martes, 24 de junio de 2025

EDUCAR PARA LA PAZ EN TIEMPOS DE IA (1)

 

En estos momentos, muchos Educadores para la Paz se debaten con otros educadores formales de los retos y requerimientos de Educar para la Paz en tiempos de la Inteligencia Artificial (IA).

La velocidad, la superconexion y la desconexión emocional de las personas con sus propias realidades y entornos están marcando al mundo.

Los sistemas educativos formales  y no formales con sus limitaciones y aciertos, hacen que la educación enfrente un nuevo desafío, lograr en el participante recuperar el asombro, la creatividad, la originalidad, la narrativa y su praxis real.

Educar para la Paz como proceso humano, requiere de la necesidad de resignificar los preceptos de la Cultura de Paz en la era de la inteligencia artificial, integrando todas las herramientas tecnológicas emergentes y que están disponibles para las personas; en especial, para los niños, las niñas, los adolescentes y jóvenes.

En este contexto, el proyecto “Educándonos para la Paz” propone una pedagogía simbólica, narrativa, humana, socioemocional y éticamente lúcida, que motive en los contextos de aprendizajes como la familia, la escuela, la comunidad y la sociedad, promover nuevas pedagogías inclusivas, que partan de los saberes de las personas en comunidad, que devuelva su voz, su criterio y sus capacidades para formar ciudadanos capaces de conectarse con los saberes diversos e interconectarse en tiempo complejos.

Los retos son profundos, serios y compartidos. Para los docentes; en especial, los Docentes de Paz, implica aprender a integrar las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial generativa sin perder su identidad ni su ruta pedagógica. Para los estudiantes, significa reconstruir la capacidad de narrarse, de crear vínculos socioemocionales y de encontrar propósito al propio quehacer educativo. Y para la sociedad, exige formar ciudadanos con pensamiento crítico, sensibilidad simbólica, con sentimiento democráticos, con corresponsabilidad social y una ética del cuidado.

Todo Docente de Paz desde el aula, poder construir colectivamente y aportar alternativas sociocomunitarias diseñando experiencias humanas que no solo enseñen contenidos, sino que construyan humanidad.  En esos momentos, se requiere que el docente se convierta en un mediador entre los contenidos definido por el ente competente con las necesidades de aprender de los propios participantes, entre datos y sentidos, entre tecnología y compasión, entre lo formal y lo no formal.

Educar para la Paz en los tiempos de la IA, implicar el desarrollo de la metodología de “Taller” de todo acto educativo, ya que éste constituye un espacio de reflexión, creación y construcción del conocimiento que reafirma el consagrado concepto pedagógico del “aprender haciendo”, mediante el cual la importancia de la acción se evidencia en el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje.

Las estrategias se fundamentarán en el modelo de la investigación-acción que privilegia la reflexión sistemática de los participantes en torno a los conceptos, enfoques, métodos e instrumentos impartidos por el facilitador promoviendo así la recodificación constructiva de los contenidos para luego adaptarlos a las particularidades de sus propios contextos sociales, culturales e institucionales.

Para culminar, en la medida que avance la Inteligencia Artificial, los Educadores para la Paz seguiremos avanzando en la creación de nuevas pedagogías de paz que vayan dando respuestas a las necesidades y requerimientos socioeducativos, comunitarios y emocionales de los participantes en el marco de la Cultura de Paz.

(1)    Walter José, Trejo Urquiola. Egresado de la Universidad de Los Andes como Politólogo (1995) Coordinador General de la Cátedra de la Paz y Derechos Humanos “Mons. Oscar Arnulfo Romero”; entre sus avales académicos tiene un Diplomado en Derechos Humanos y del Niño de las Naciones Unidas, una Especialización en el Derecho a la Salud (Bogotá, 2011), Diplomado en Formación Política y Convivencia Ciudadana de la Universidad Javeriana de Colombia (2013), entre otros. Coach en Educación para la Paz (International Institute on Peace Education y de la National Peace Academy, 2013) Docente activo en el Diplomado Nacional en Cultura de la Paz en la Universidad de Los Andes y del Diplomado Andino en Derechos Humanos de Uniandes/Universidad Valle del Momboy (Venezuela). Tutor de varios diplomados en el Programa de Formación Virtual de la Frontera Colombo-Venezolana auspiciado por la Conferencia Episcopal Italiana y el CISV (Torino, Italia).

 


lunes, 2 de junio de 2025

RECORDANDO NUESTRO CAMINAR EN EL DIPLOMADO (1)

 

Hoy nos reúne una inmensa alegría: la culminación del Diplomado Juventud, Políticas Públicas y Comunicación, un esfuerzo formativo que no solo ha sumado conocimientos, sino que ha encendido compromisos y ha fortalecido vocaciones.

Fueron muchas las horas para soñar, preparar y realizar cada sesión de trabajo en los municipios Rangel, Libertador y Campo Elías del estado Mérida.

En este ilustre Salón del Paraninfo, cada uno estará recordando sus vivencias, sus recuerdos, sus emociones y sus aprendizajes; pero también, recordarán las cosas que dejaron de hacer, los momentos de llegar a destiempo y los aprendizajes que no logramos. Igualmente recordamos, a los compañeros y las compañeras que comenzaron pero por diversas razones no están sentados en este hermoso salón.

Por parte de nosotros, como los facilitadores, seguro recordamos como ustedes, el frio de Mucuchíes que se minimizaba con los tímidos rayos de sol al escaparnos en el patio de la Casa de Cultura de ese bello pueblo andino; del café humeante agotado al instante, de los selfies en cada presentación grupal que hicimos, de los detalles que reafirmaban el amor y la amistad que vivimos en la ciudad de Mérida, por último pero no poco importante, los aportes nacido desde el corazón para ser compartidos en nuestras meriendas, de haber trabajo bajo la mirada esperanzadora de Jesús y a sus pies trabajábamos en la Capilla en Ejido.

Pero sabemos que en los tres lugares que desarrollamos el diplomado, seguro todos recordaremos el primer almuerzo que nos hacia suspirar y anhelar en cada semana que llegara al parecido, recordaremos esa sabrosura preparada por la señora Flor con todo el amor para cada uno de ustedes.

Queridas y queridos egresados y egresadas, ¡qué orgullo verlos aquí!

Ustedes han recorrido un camino de reflexión, análisis y acción, en un momento crucial para el país y, especialmente, para nuestra juventud.

Hoy más que nunca, necesitamos acompañar y apoyar las voces de los jóvenes, críticas, propositivas y creativas que construyen un futuro desde lo colectivo, desde lo ético y desde lo humano bajo el lema como nos lo dijo el Mons. Romero “Creer es transformar”

Este diplomado —impulsado por Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos en Venezuela (CISP), la Asociación Civil Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar A. Romero, junto a la Dirección General de Cultura, la Escuela de Comunicación Social y la Dirección de Extensión de la Universidad de Los Andes con el auspicio de la Unión Europea en Venezuela— ha sido una apuesta concreta por formar agentes de cambio con herramientas sólidas para incidir en lo público y comunicar con sentido en estos tiempos de adversidad.

Cada uno de ustedes no solo ha aprendido; también ha crecido. Ha fortalecido sus capacidades personales y profesionales, pero lo más valioso: ha reafirmado el compromiso con las y los jóvenes de sus comunidades y del estado Mérida.

Porque lo que han logrado no es solo un logro individual, es una victoria colectiva que ha sido acompañada por la Ilustre Universidad de Los Andes en sus 240 años.

Gracias por creer en este proceso, en las organizaciones promotoras del diplomado, de su Universidad. Gracias por soñar en grande, pero también por trabajar con los pies en la tierra y el corazón en el servicio. Han dado un pequeño paso, ahora nos toca seguir caminando JUNTOS.

Agradecemos a los facilitadores invitados, la licenciada Nilsa Gulfo de la Escuela de Comunicación Social y del psicólogo Ángelo Parra del equipo del Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos CISP en Venezuela; nuestro reconocimiento a la Msc. Nathalie Carrillo Gómez nuestra coordinadora académica por la pasión en cada detalle para que el proceso formativo siempre sea apegado a lo indicado por la Universidad de Los Andes, a la Licenciada Lindys Vivas, coordinadora de Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos en el estado Mérida por habernos seleccionado para esta aventura académica, al señor Danny Araque por sus amenas conversas en cada traslado, por velar por nuestra seguridad y permitir que todo estuviese en su lugar para cada sesión de trabajo; a la licenciada Gina Trejo Urquiola quien desde Los Curos, nos aseguraba que todo funcionara adecuadamente en torno a la logística para que cada uno sintiéremos ese amor con que preparamos el diplomado.

No puedo bajarme de este pódium, sin nombrar al profesor Víctor Daniel Albornoz, Director General de Cultura  quien estuvo pendiente en cada semana de sus aportes y permanencia; al licenciado Juan Carlos Rivero y su equipo de la Dirección General de Extensión por guiarnos para poder estar hoy en este recinto.

Igualmente, a toda la Escuela de Comunicación Social que desde el primer momento, su director dijo si apoyemos esta bella propuesta, esperamos haber dado lo mejor para concretar futuras acciones para promover la Comunicación para la Paz en sus aulas.

Señor Rector, he aquí este maravilloso grupo de participantes más que participantes, son maravillosas y lindas personas que sueñan como nosotros y como esta Universidad en un mundo mejor, justo, humano, sostenible, democrático y en paz.

Hoy no se cierra una etapa, hoy se abre una nueva. Ustedes llevan consigo una semilla de transformación, de la esperanza y de la resiliencia. Que la siembren donde haya silencio, exclusión o desesperanza, y hagan florecer palabras, acciones, participación y esperanza.

¡Felicitaciones, egresadas y egresados! El futuro necesita de su valentía, de su pensamiento crítico y, sobre todo, de su pasión.

¡Sigamos construyendo paz con la juventud!

Recuerde siempre “Creer es transformar”

Muchas gracias.

(1)Palabras pronunciadas por el politólogo Walter José Trejo Urquiola, coordinador general de la Cátedra Cultura de Paz de la Dirección General de Cultura de la Universidad de Los Andes con motivo al acto solemne en el Paraninfo de la dicha Universidad para la entrega de diplomas a los participantes que culminaron el Diplomado Juventud, Políticas Públicas y Comunicación (2024-2025) promovido por el Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos (CISP) Venezuela con la Asociación Civil Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar Arnulfo Romero en Mérida, Ciudad Internacional de Paz, el 30 de mayo 2025.

 


sábado, 31 de mayo de 2025

LA FELICIDAD REINO EN EL ACTO DE ACREDITACIÓN

En el majestuoso Paraninfo de la Universidad de Los Andes, se vivió una jornada profundamente emotiva al celebrarse la culminación del Diplomado “Juventud, Políticas Públicas y Comunicación” realizado en la ciudad de Mérida, Venezuela por las organizaciones: Comité Internacional por el Desarrollo de los Pueblos (CISP) Venezuela con la Asociaciòn Civil Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar Arnulfo.

En un acto solemne en el Paraninfo, cargado de orgullo y esperanza, fueron entregados los diplomas a quienes con esfuerzo, compromiso y pasión culminaron satisfactoriamente esta valiosa experiencia formativa.

Fue un momento de reconocimiento a la constancia de cursantes que apostaron en la formación del diplomado para acompañar por una ciudadanía activa, crítica y comprometida con la transformación de nuestra sociedad en el trabajo permanente con los y las jóvenes.

Cada diploma recibido fue más que un papel: fue el símbolo de muchas jornadas de aprendizaje, debates intensos, ideas compartidas y sueños sembrados.

En sus rostros se reflejaba la emoción de haber alcanzado una meta importante, la satisfacción del deber cumplido y el brillo de quienes saben que están llamados a ser protagonistas del cambio.

Este diplomado no solo ofreció herramientas técnicas, sino también el impulso ético y humano para incidir en las políticas públicas desde la voz y la visión de las juventudes.

Al finalizar el acto, el Paraninfo se llenó de abrazos, sonrisas, fotografías y palabras que celebraban la amistad forjada, el conocimiento adquirido y la esperanza renovada.

Familiares y amigos se unieron al júbilo de los participantes, en una atmósfera de alegría contagiosa.

Este cierre no es un adiós, sino el comienzo de nuevas acciones, de caminos que ahora se recorren con más claridad y convicción. Porque cuando la juventud se forma y se organiza, el presente florece y el futuro se llena de posibilidades.

Algunas de las expresiones manifestadas por los y las participantes del diplomado fueron:

#Gracias por hoy por esos meses de aprendizaje de cada uno de ustedes como docentes. A cada unos de los compañeros. Todos seres llenos de luz, humildad, sencillez espero volver a compartir con todos ustedes.

#Agradecida con Dios, con los facilitadores del equipo de JUNTOS al rectorado de la Universidad de Los Andes,  por habernos dado la oportunidad en el día de hoy haber recibido este certificado; mil gracias fue una experiencia maravillosa.

#Le doy gracias a Dios a todos los facilitadores de la Cátedra de la Paz, CISP, JUNTOS, a la UNIVERSIDAD DE LOS ANDES por darnos la oportunidad de tener el privilegio de haber recibido nuestros certificados en el paraninfo de la Universidad que mi dios los bendiga por la bella labor de esa enseñanza que nos dejan no menos, importante quiero felicitar a la señora Flor por esos almuerzos tan ricos que nos mandaba que Dios le siga bendiciendo esas manos por esa sansón tan deliciosa que tiene.

#Mucho agradezco a Dios por esta hermosa oportunidad existencial otorgada por la Cátedra de la Paz, sus invalorables profesores y ese cúmulo de seres humanos que guardo en mi alma. Dios les pague por tanto.

#Muchísimas gracias a todos de verdad un excelente grupo vamos a planificar un compartir para celebrar juntos se les quiere.

#Que grato fue tener la oportunidad de conocerlos, aprender y crecer junto a ustedes gracias a los profes y cada uno de ustedes que hicieron aquellos viernes días inolvidables.

#Altamente agradecida con Dios por los momentos vividos, por lo aprendido y por toda la gente bonita que compartió esta experiencia.  A la Cátedra de la Paz, ejemplo de constancia y solidaridad,  mi agradecimiento. A cada uno de ustedes que me dejaron una enseñanza, una mano amiga, una sonrisa, una esperanza.  A todos muchas gracias.

#Para mí fue un honor compartir con todos, muchos más ÉXITOS en sus gestiones, siempre a la orden, existo para SERVIR. DIOS les bendiga enormemente. Gracias por compartir sus saberes, Gracias, Gracias, Gracias son inolvidables en las páginas de mi historia de vida. Les QUIERO.

#Agradecida con Dios y la vida por cruzarme en el camino con personas tan especiales, a pesar del poco tiempo del diplomado, me sentí en familia, y se ha creado una afinidad de compañerismo. Seguramente nos seguiremos encontrando en otros espacios. Felicidades y éxitos para todos y todas.

#Buenos días compañeros, les comparto mis palabras en nombre de los graduandos. Espero podamos tener algunas iniciativas juntos por las comunidades. Por aquí siempre a sus órdenes.

De esta manera, cerramos un capítulo pero abrimos nuevas historias de vidas a favor de los jóvenes en el marco de Mérida, Ciudad Internacional de Paz. CIBERPAZ/conIA

 


 

 

viernes, 23 de mayo de 2025

Cultura de Paz: Fundamentos, Principios y su Vinculación con la Autosanación Integral desde la Cosmovisión de la Paz (*)

 Introducción

La sociedad actual enfrenta desafíos monumentales, desde conflictos políticos y tensiones internacionales hasta crisis económicas y desigualdades crecientes. En medio de este panorama, la cultura de paz emerge como una necesidad apremiante. Es un concepto que va más allá de la simple ausencia de guerra y busca crear un entorno en el que la paz, la justicia y la cooperación sean los pilares fundamentales de la convivencia humana. La cultura de paz no solo es relevante, sino que es esencial para abordar los problemas contemporáneos y construir un futuro más próspero y armonioso.

1. ¿Qué es la Cultura de Paz?

La Cultura de Paz es un concepto ampliamente promovido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una respuesta ética, política y educativa frente a la violencia en todas sus formas. Según la Resolución 52/13 de la Asamblea General de la ONU, una Cultura de Paz se define como "un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados en el respeto de la vida, el fin de la violencia y la promoción y práctica de la no violencia mediante la educación, el diálogo y la cooperación".

Este paradigma no se limita a la ausencia de conflicto armado, sino que impulsa transformaciones profundas en la forma en que nos relacionamos como individuos y sociedades. Implica fomentar el diálogo intercultural, la equidad, los derechos humanos, la justicia social, el desarrollo sostenible y el respeto a la diversidad en todos los niveles.

2. Principios del Manifiesto sobre la Cultura de Paz (ONU, 2000)

En el año 2000, la ONU adoptó el "Manifiesto 2000 para una Cultura de Paz y No Violencia", un documento que fue respaldado por más de 75 millones de personas en el mundo y que sintetiza en seis principios fundamentales los compromisos necesarios para fomentar una Cultura de Paz:

1.    Respetar la vida y la dignidad de cada persona, sin discriminación ni prejuicios.

2.    Rechazar la violencia en todas sus formas, ya sea física, sexual, psicológica, económica o social.

3.    Compartir el tiempo y los recursos materiales para poner fin a la exclusión, la injusticia y la opresión política y económica.

4.    Defender la libertad de expresión y la diversidad cultural, privilegiando siempre la escucha y el diálogo sin imponer nuestras opiniones.

5.    Promover un consumo responsable y un modelo de desarrollo que respete a todas las formas de vida y preserve los recursos del planeta.

6.    Contribuir al desarrollo de nuestra comunidad con la participación ciudadana, respetando los principios democráticos para construir nuevas formas de solidaridad.

Estos principios constituyen una guía ética para la convivencia y la transformación social hacia un mundo más justo, solidario y pacífico.

3. La Cosmovisión de la Cultura de Paz y la Autosanación Integral

La Cultura de Paz, desde una perspectiva holística o cosmovisión, va más allá de lo institucional para abordar la dimensión interna del ser humano y su relación con el entorno. En esta visión integral, la paz no solo se construye en lo externo (a nivel social o político), sino también en lo interno, en la armonía entre el cuerpo, la mente, las emociones, el espíritu y la naturaleza.

Esta forma de entender la Cultura de Paz incorpora elementos de sabidurías ancestrales, espiritualidades vivas y tradiciones de sanación que conciben al ser humano como un todo integrado.

En este contexto, la autosanación integral se convierte en una herramienta poderosa para cultivar la paz interior como fundamento para la paz exterior. Esta autosanación se puede potenciar a través de prácticas de la Medicina Tradicional Complementaria (MTC), tales como:

·         La meditación y la respiración consciente, que ayudan a reducir el estrés y aumentar la conciencia del presente.

·         El uso de plantas medicinales y saberes ancestrales, que armonizan el cuerpo físico y energético.

·         La terapia del sonido, danzas rituales y cantos, que restauran el equilibrio emocional y espiritual.

·         La acupuntura, digitopuntura, Reiki y otras técnicas energéticas, que promueven el flujo saludable de energía vital.

·         Las Constelaciones Sistémicas, el desarrollo de las competencias socioemocionales que promueven y el fortalecimiento de la paz interior.

Estas prácticas no solo fortalecen el bienestar personal, sino que promueven una actitud de cuidado hacia uno mismo, hacia los demás y hacia el entorno, lo que es esencial para una Cultura de Paz sostenible. Lo que conocemos como la Ética del Autocuidado.

4. La Cosmovisión de la Cultura de Paz desde la UNESCO

La UNESCO, como organismo especializado de la ONU para la educación, la ciencia y la cultura, ha desarrollado una visión integral de la Cultura de Paz que incluye dimensiones espirituales, éticas y culturales. Reconoce que la paz duradera solo puede construirse mediante un proceso educativo, cultural y social profundo que transforme tanto las estructuras como las conciencias.

En este sentido, la cosmovisión que promueve la UNESCO no es únicamente racional o académica; también se nutre de las tradiciones indígenas, afrodescendientes, orientales y campesinas que reconocen la interdependencia de la vida y la importancia del equilibrio. Esta visión valora la educación para la paz, la justicia social, la equidad de género, el respeto a la diversidad cultural y la relación armónica con la naturaleza.

Así, la paz no es vista como un estado estático, sino como un proceso dinámico de construcción constante, donde la sanación del individuo y la comunidad son condiciones necesarias para sociedades más pacíficas. La Cultura de Paz desde esta cosmovisión implica un compromiso personal y colectivo, una ética del cuidado y una espiritualidad abierta al diálogo y la transformación.

Conclusión

En definitiva, la Cultura de Paz es un paradigma transformador que nos invita a construir una convivencia basada en el respeto, la justicia y el cuidado de la vida. Desde la cosmovisión integral, la paz se cultiva desde adentro hacia afuera, y la autosanación —potenciada por la medicina tradicional complementaria— se convierte en un acto revolucionario de amor propio y social. Adoptar esta mirada nos permite caminar hacia una humanidad más consciente, solidaria y en armonía con el planeta.

 

 

Fuentes Referenciales:

https://www.centro-unesco.org/cultura-de-paz.php

https://www.un.org/es/ga/62/plenary/peaceculture/bkg.shtml

https://unescopaz.uprrp.edu/documentos/culturapaz.pdf

 

(*) Material elaborado complementariamente con Inteligencia Artificial por el politólogo Walter Trejo Urquiola (2025) para el Curso Autosanación Integral, una herramienta para la cultura de la paz de la Cátedra Cultura de Paz (Dirección General de Cultura) Universidad de Los Andes. Mérida, Venezuela



lunes, 19 de mayo de 2025

LOS ESPACIOS PÚBLICOS HUMANIZADOS A FAVOR DE LA PAZ

 

En el contexto latinoamericano, los espacios públicos han cobrado un valor estratégico en la construcción de ciudadanía, cohesión social y Cultura de Paz.

Diversos estudios y experiencias desarrolladas en países como Colombia, Venezuela, Brasil y México coinciden en que la apropiación social y pacífica del espacio público es esencial para contrarrestar la fragmentación urbana, la violencia estructural y el aislamiento social.

El Café por la Paz, promovido por la Cátedra Cultura de Paz de la Dirección General de Cultura de la Universidad de Los Andes, con el apoyo de la Asociación Civil Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar Arnulfo Romero, se inscribe en esta perspectiva transformadora.

Para este 29 de mayo 2025, se ha concebido el Café por la Paz como un espacio seguro y humanizado, que permite la reflexión colectiva en torno a temas de interés ciudadano, desde la óptica de los valores de la Cultura de Paz: diálogo, participación, equidad, justicia, respeto a la diversidad y resolución no violenta de los conflictos.

En esta oportunidad, el arquitecto Wilner Contreras, destacado docente de la Universidad de Los Andes, director de LABONAC (Laboratorios Nacionales de Productos Forestales) de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de la Universidad de Los Andes será el ponente en el Café por la Paz.

Esta iniciativa se desarrolla en el marco de la construcción de Mérida como Ciudad Internacional de Paz, integrando prácticas participativas que revalorizan el espacio público como un escenario de encuentro intergeneracional, intercambio de saberes y ejercicio de ciudadanía activa.

Estudios previos sobre espacios públicos y cultura de paz en Venezuela y América Latina.

En Venezuela, diversas investigaciones impulsadas por centros universitarios, organizaciones comunitarias y redes ciudadanas han analizado el papel del espacio público en la reconstrucción del tejido social.

Por ejemplo, estudios desarrollados por el Centro de Estudios de la Mujer (CEM-UCV) y el Instituto de Investigaciones de la Comunicación (ININCO) destacan que la ocupación simbólica y cultural del espacio urbano fomenta relaciones de solidaridad, identidad y empoderamiento ciudadano, sobre todo en comunidades vulnerables.

La Red de Innovación Social (RIS) también ha documentado experiencias de apropiación comunitaria de plazas, parques y calles mediante actividades lúdicas, culturales y educativas.

A nivel regional, la experiencia de Medellín, Colombia, representa un paradigma de éxito en la humanización del espacio público como política de transformación social.

Durante las últimas dos décadas, Medellín pasó de ser una de las ciudades más violentas del mundo a un modelo global de urbanismo social. Esta transformación se logró a través de la recuperación de espacios públicos con criterios de inclusión, belleza, accesibilidad y participación ciudadana.

Proyectos como los Parques Biblioteca, las Escaleras Eléctricas de la Comuna 13 y los Jardines Circulares han sido reconocidos internacionalmente como innovaciones urbanas que no solo embellecen la ciudad, sino que reconstruyen el tejido social y disminuyen la violencia.

Según el Informe de ONU-Hábitat (2015), estas iniciativas han contribuido al fortalecimiento de la convivencia pacífica, la reducción de la desigualdad y el reconocimiento del otro en la vida cotidiana.

Café por la Paz: Una experiencia formativa, reflexiva y ciudadana

El Café por la Paz recoge estos aprendizajes latinoamericanos y los adapta al contexto merideño con una metodología dialógica, participativa y formativa.

Cada jornada del Café es una invitación a pensar colectivamente, desde una mesa compartida, los desafíos que enfrenta la sociedad en términos de convivencia, derechos humanos, cultura ciudadana, medio ambiente, juventud, género y democracia.

A través de estos encuentros, se fortalece la noción del espacio público como lugar donde la palabra, la escucha y el respeto se convierten en herramientas para la transformación. No se trata únicamente de "tomar un café", sino de compartir saberes, construir alianzas y sembrar esperanza desde el lenguaje de la paz.

En este sentido, el Café por la Paz se posiciona como una estrategia concreta de intervención cultural y pedagógica en el marco de la Cultura de Paz que apuesta por la resignificación del espacio público como entorno humanizado, inclusivo y resiliente, en sintonía con la visión de Mérida como Ciudad Internacional de Paz.

Mayor información: preparatemerida@gmail.com

 


 

lunes, 12 de mayo de 2025

FORTALECIENDO LA SOCIEDAD CIVIL EN CULTURA DE PAZ

 

Las acciones de paz enfocadas desde la Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar Arnulfo Romero junto a Cultura de Paz de la Dirección General de Cultura de la Universidad de Los Andes para fortalecer la sociedad civil y promover la Cultura de Paz encuentran un aliado clave en el trabajo con las redes ciudadanas como la Red Social de la Iglesia en el estado Mérida, Venezuela. 

Esta iniciativa, basada en principios de solidaridad y cooperación, busca generar espacios de diálogo, formación y acción colectiva que fomenten la convivencia armónica y el desarrollo comunitario. 

El trabajo se hace a través de talleres educativos, proyectos sociales y campañas de sensibilización, la red impulsa valores como el respeto, la tolerancia y la justicia social, contribuyendo a la construcción de una sociedad más inclusiva y resiliente. 

Su enfoque comunitario permite involucrar a diversos actores sociales, fortaleciendo los lazos de confianza y promoviendo soluciones colaborativas ante los desafíos locales, lo que convierte a esta red en un ejemplo inspirador de cómo la participación ciudadana puede ser un motor transformador hacia una Cultura de Paz.

Esta labor con la Sociedad Civil permite consolidar las acciones sociocomunitarias y educativas que desde hace 38 años se viene realizando en el marco de Mérida, Ciudad Internacional de Paz. CIBERPAZ/conIA

Mayor información: catedradelapazula@gmail.com



 

 

jueves, 8 de mayo de 2025

PEDAGOGIA DE PAZ DESDE LA COTIDIANIDAD.

 

La interrogante inicial que se debe plantear al comenzar el trabajo en Cultura de Paz es ¿Es posible la Paz? Es un cuestionamiento que todos nos hacemos y que nos invita a pensar en ¿Qué podemos hacer para construirla?

Afirmar que las instituciones del Estado son las "grandes ausentes", lo cual indica desde la perspectiva ciudadana, da la oportunidad que desde la ciudadanía pueda incidir para que el Estado cumpla con sus obligaciones.

Poner un orden las normas, reglamentos y procedimientos que pocos lo conocen y si los conocen no pueden actuar; hay islas y si no hay unidad es difícil para cumplir con lo que se quiere hay intereses personales y la paz sigue en guerra.

Más allá de estar recogidos en unos tratados, convenciones o cualesquiera instrumentos, refieren al ser humano y eso lo hace trascender fronteras ideológicas, sociales y políticas.

La Pedagogía de la paz es esencial para la construcción de sociedades más justas y armoniosas. Comentando sobre los principios conceptuales de la Pedagogía para la Paz: La cultura de paz nos enseña a resolver conflictos de manera pacífica y a fomentar la convivencia basada en el respeto y la empatía. La paz positiva va más allá de la ausencia de violencia, promoviendo condiciones que aseguren el bienestar social y la equidad. Finalmente, los derechos humanos son el fundamento que garantiza la dignidad y el respeto para todas las personas. Integrar estos tres aspectos es clave para formar ciudadanos conscientes, capaces de contribuir activamente a un mundo más pacífico y justo.

Walter Trejo Urquiola, coordinador general de la Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar Arnulfo Romero señala que "todo es un hecho pedagógico".

En tal sentido, Nathalie Carrillo Gómez, coordinadora académica de la Cátedra de la Paz comenta “nos parece que es así, cualquier cosa que hacemos  o dejamos de hacer tiene un impacto en los demás. Es por ello, que al tener está sensibilidad y motivación para construir la Paz, cada acción ha de ser planificada y aún cuando tengamos reveses, es importante observar los aprendizajes e integrarlos para seguir”.

La condición que hace posible la cultura de paz es la voluntad de nuestros gobernantes y las instituciones del Estado.  La ciudadanía se compromete desde sus ámbitos y responsabilidades (escuela, familia, barrios).

Las grandes ausentes son las políticas públicas que no garantizan derechos sociales colectivos.  Como ciudadanía tenemos grandes desafíos,  exigir que se garanticen derechos colectivos.

La afirmación de la ausencia de las instituciones del Estado es un desafío, ya que la paz obviamente pasa por la anuencia de los Estados, es su obligación mantener la paz en las naciones.

Visto de esta manera, parece que un principio conceptual lleva al otro y aunque no haya jerarquías, es una forma de explicar con sencillez y precisión el significado de cada uno así como su interdependencia.

Sea por "desconocimiento" o "recursos limitados", las instituciones muchas veces omiten sus obligaciones pero si la ciudadanía está allí para hacer seguimiento, sin ánimos de criminalizar al Estado, podría hacer su función más adecuada y en cierta manera ejercer presión para que cumpla su función.

Los tres principios son unidos uno depende del otro porque en las comunidades, gobiernos y factores que intervienen aparecen y deben  ir estudiándose para llegar a concretar lo adecuado para actuar y iniciar el proceso.

De allí la importancia de una Pedagogía para la Paz,  pues contribuye en la construcción de ciudadanía democráticas.

Ricardo Alvarado Redondo aporta como la Cultura de Paz implica mucho más que la simple ausencia de conflictos armados. Se trata de un conjunto de valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida que fomentan la prevención de la violencia y promueven la resolución pacífica de los conflictos.

En esencia, una cultura de paz se basa en:

·        Respeto por la vida y la dignidad humana: Reconocer el valor intrínseco de cada persona y garantizar sus derechos fundamentales.

·        Rechazo a la violencia en todas sus formas: Esto incluye la violencia física, psicológica, económica, estructural y simbólica.

·        Promoción del diálogo y la negociación: Buscar soluciones a los problemas a través de la comunicación abierta, la escucha activa y el entendimiento mutuo.

·        Educación para la paz: Enseñar desde temprana edad los valores de la tolerancia, la empatía, la cooperación y la resolución no violenta de conflictos.

·        Fomento de la igualdad y la justicia social: Abordar las causas profundas de la violencia, como la pobreza, la discriminación y la exclusión.

·        Respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales: Crear un marco legal y social que proteja los derechos de todos.

·        Participación democrática: Involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones y garantizar la rendición de cuentas.

·        Desarme y no proliferación de armas: Reducir la disponibilidad de medios violentos y promover la seguridad humana en lugar de la seguridad militar.

·        Cooperación internacional: Trabajar en conjunto con otros países y organizaciones para construir un mundo más pacífico y justo.

·        Reconciliación y sanación: En contextos de conflicto o violencia, buscar mecanismos para restaurar las relaciones, reconocer el sufrimiento de las víctimas y construir un futuro compartido.

En resumen, la cultura de paz busca transformar la manera en que las personas y las sociedades interactúan, pasando de la confrontación y la violencia a la colaboración y la armonía. Es un proceso continuo que requiere el compromiso de todos los actores: individuos, familias, comunidades, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad internacional.

Destacamos el apartado Educación para la Paz, uno de los pilares de nuestras acciones formativas donde no sólo se promueva la teoría sino la práctica como principio generador de transformaciones. 

La pedagogía para la Paz busca transformar, que el hecho educativo indistintamente del nivel o contexto transforme directa e indirectamente

Estos tres pilares, señala Ruth Gómez que la cultura de paz, paz positiva y derechos humanos, están profundamente interconectados y se refuerzan mutuamente para construir una sociedad más justa y pacífica.

-Cultura de paz actúa como la base educativa y social que promueve valores como el respeto, la tolerancia y la resolución pacífica de conflictos. Sin una cultura de paz, sería difícil establecer estructuras que sostengan una paz duradera.

-Paz positiva complementa este enfoque al centrarse en generar condiciones que garanticen el bienestar y la equidad social, como el acceso a educación, salud y justicia. No basta con evitar la violencia, sino que es necesario construir un entorno donde las personas tengan oportunidades y puedan vivir con dignidad.

-Derechos humanos garantizan que la paz y la cultura de paz sean accesibles para todos. Sin el reconocimiento y la protección de los derechos humanos, la paz sería frágil y excluyente, ya que ciertos grupos podrían quedar marginados o vulnerables.

Pensar quizás es hora de pensar en otras formas de gobierno que realmente sean vehículos entre la ciudadanía y la administración de lo público. Quizás su ausencia significa que esa forma de estar ya caducó. La pedagogía para la paz está por encima de las instituciones que deben garantizar derechos. Quizás la pedagogía de paz traerá consigo una forma nueva de gobierno más participativa y cooperante.

La Educación para la Paz nos lleva a un aprendizaje mutuo, no es simplemente facilitar un tema; va más allá, se trata de un diálogo que nos permite construir desde los saberes de todos y llegar a algunos acuerdos contextualizados en la realidad que implique pero este desafío es el reto de educación para la paz, es la base del cambio de concienciación y de la sociedad.

La paz empieza en las familias, en los colegios en nuestro medio es el inicio para construir una sociedad buena, justa y con buenos principios y eso es lo que esta faltando actualmente, no hay esa preparación del respeto de la equidad social y el equilibrio para que cada individuo tenga derecho a la salud, trabajo, justicia, descanso y tranquilidad la incertidumbre es grande y los faltantes de los derechos también.

Carrillo señala que "la pedagogía para la paz está por encima" y agrego que su aplicabilidad trasciende los espacios, es una metodología que nos permite conectar y respetar. De manera que bajo una perspectiva distinta, seguramente vamos a promover espontáneamente formas democráticas con mayor compromiso ciudadano y ello redundará en el compromiso de los representantes electos. La Paz comienza en nosotros, lo cual se va a reflejar en cada espacio donde interactuamos. 

Es el principio del ejemplo, pero un ejemplo genuino que se deslastre de señalar y criticar. Que se enfoque en aportar sin distingo y sin juicios.

El compromiso de los que viven y sufren ese problema de paz es total, ellos quieren tener respeto, equidad, tranquilidad, falta el compromiso de los que tienen que actuar honestamente y tienen los recursos para hacer y cambiar las situaciones así es imposible que nos generen resultados positivos al contrario la paz cada día esta mas lejos, tenemos los conceptos  de cultura de paz, de paz positiva  y derechos humanos pero lo escrito no es lo valido es lo que se puede obrar y ver resultados positivos para que nuestra sociedad y países veamos un surgir.

¿Cómo se relacionan los tres principios como los son la Cultura de Paz, la Paz positiva y los Derechos Humanos con la Educación?

Justamente la bisagra que los relaciona es la ciudadanía, su conciencia de sí y  de la existencia  de y con  los otros, existencias  protagonistas de las prácticas de paz.

Es cierto que nos queda camino para recorrer y que hay un poco de utopía cuando hablamos de alcanzar la Paz. Sin embargo, cada acción cuenta y las transformaciones podemos intentarlas en nuestros propios espacios.

Nos gustaría que los países del medio oriente cesen los conflictos y que termine la guerra contra Ucrania, pero quizás en estos momentos no tengamos manera de influir. No obstante, en nuestro sitio inmediato seguramente hay situaciones en las que sí podemos sumar y es allí donde les invito a enfocarnos, ver cómo podemos coadyuvar para atender y ser parte de la solución para que haya convivencia y armonía.

Al integrar estos tres principios en la educación, se busca formar ciudadanos capaces de construir una sociedad donde la paz no sea solo la ausencia de conflicto, sino una realidad positiva basada en la justicia, el respeto y la garantía de los derechos humanos para todos. ¡Es un camino hacia un futuro más humano y sostenible!

La Educación para la Paz es el vehículo esencial para fortalecer la Cultura de Paz, la Paz Positiva y los Derechos Humanos, ya que permite formar ciudadanos críticos, responsables y comprometidos con la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Su relación se manifiesta de las siguientes formas:

- Cultura de Paz y Educación: La educación fomenta valores como la empatía, el respeto, la cooperación y la resolución pacífica de conflictos. A través de la enseñanza, se inculcan actitudes que promueven la convivencia armoniosa y el rechazo a la violencia, preparando a las personas para interactuar de manera constructiva en sus comunidades.

-Paz Positiva y Educación: La paz positiva implica la existencia de estructuras que garanticen el bienestar social. La educación, al proporcionar oportunidades de desarrollo y crecimiento pilar para la equidad, la inclusión y la reducción de desigualdades. Un sistema educativo fuerte contribuye a la estabilidad social, la movilidad económica y la prevención de conflictos.

-Derechos Humanos y Educación: La educación es un derecho fundamental que permite el acceso al conocimiento y la participación activa en la sociedad. Educar en derechos humanos sensibiliza a las personas sobre sus libertades y deberes, promoviendo el respeto a la dignidad de todos los individuos y fortaleciendo la democracia.

Cuando estos tres principios se integran en la educación, se forma una base sólida para una sociedad que prioriza la paz, la justicia y el respeto.

La cultura positiva incluye al estado, sociopolítico y económico valora las actividades que haya un equilibrio del individuo, ejemplo en su vida laboral y personal, familia, la salud ayudando a mantener bienestar al individuo y familia. Los Derechos Humanos: son los principios normas morales estableciendo pautas, comportamiento humano consagrado a nivel nacional e internacional.,

Bexy Arias, docente de paz de Venezuela, comenta “cómo educadora, siempre he pensado que en nuestros currículos de educación formal, debería incluirse está área del conocimiento tan necesaria. No sólo el conocimiento teórico, la práctica pedagógica sobretodo es fundamental para lograr ciudadanos responsables y conscientes socialmente.

Resumiendo esta reflexión, que han generado los participantes del Curso Online Pedagogía para la Paz que ha promovido el Rincón para la Paz, espacio formativo virtual de la Cátedra de la Paz, resaltamos:

1.-Los principios pedagógicos que desde nuestra perspectiva sostienen a la Pedagogía para la Paz, son interdependientes y cada uno desde su naturaleza fomenta directa e indirectamente la educación.

2.-Si bien, la Cultura de Paz es una declaratoria a la cual los Estados no están obligados *sí estamos los ciudadanos* llamados a asumirla. Esto es, porque son unos principios cuyo ejercicio no requiere de un andamiaje jurídico para cumplirlos y aunque ayudaría mucho tenerlos expresos como ley, sí analizamos nuestros códigos podemos verlos incluidos aunque no digan expresamente que se trata de la Cultura de Paz.

3.-Los derechos humanos son inherentes, universales y entre otras, irrenunciables donde el Estado sí tiene la obligación expresa de garantizar y hacerlos cumplir. En este punto, los ciudadanos hemos de conocerlos y conocer también las instancias para acceder a ellos

4.-La Paz Positiva, es un principio que nos aclara que la Paz va más allá de los conflictos armados y que se fomenta mediante no sólo la satisfacción de nuestras necesidades básicas sino también desde el manejo adecuado de las diferencias lo cual aplica a nivel personal como colectivo, nacional e internacional.

La Educación sea la formal (instituciones educativas tradicionales o alternativas) y/o informal es el canal que va a favorecer la construcción de la Paz, comprendiendo que cada contenido así como cada herramienta didáctica ha de estar enfocada a promover todo lo anterior: la cultura de  paz, la paz positiva y los derechos humanos

Mayor información: rinconparalapaz@gmail.com