martes, 21 de abril de 2015

San Romero de América, Pastor y Mártir nuestro



El ángel del Señor  anunció en la víspera...
     El corazón de El salvador marcaba
     24 de marzo y de agonía.
     Tú ofrecías el Pan,
     el Cuerpo Vivo
     -el triturado cuerpo de tu Pueblo;
     Su derramada Sangre victoriosa
     -¡la sangre campesina de tu Pueblo en masacre  que ha de teñir en vinos de alegría la aurora conjurada!

     El ángel del Señor anunció en la víspera, y el Verbo se hizo muerte, otra vez, en tu muerte;  como se hace muerte, cada día, en la carne desnuda de tu Pueblo.

     ¡Y se hizo vida nueva   en nuestra vieja Iglesia!

     Estamos otra vez en pie de testimonio,
     ¡San Romero de América, pastor y mártir nuestro!
     Romero de la paz casi imposible en esta tierra en guerra.
     Romero en flor morada de la esperanza incólume de todo el Continente.
     Romero de la Pascua Latinoamericana.
     Pobre pastor glorioso,  asesinado a sueldo,  a dólar,  a divisa.

     Como Jesús, por orden del Imperio.
     ¡Pobre pastor glorioso,  abandonado
     por tus propios hermanos de báculo y de Mesa...!  (Las curias no podían entenderte: ninguna sinagoga bien montada puede entender a Cristo).

     Tu pobrería sí te acompañaba,  en desespero fiel, pastor y rebaño, a un tiempo, de tu misión profética.
     El Pueblo te hizo santo.
     La hora de tu Pueblo te consagró en el kairós.
     Los pobres te enseñaron a leer el Evangelio.

     Como un hermano herido por tanta muerte hermana,  tú sabías llorar, solo, en el Huerto.
     Sabías tener miedo, como un hombre en combate.
     ¡Pero sabías dar a tu palabra,  libre,  su timbre de campana!

     Y supiste beber el doble cáliz  del Altar y del Pueblo, con una sola mano consagrada al servicio.
     América Latina ya te ha puesto en su gloria de Bernini  en la espuma aureola de sus mares,   en el dosel airado de los Andes alertos,  en la canción de todos sus caminos, en el calvario nuevo de todas sus prisiones, de todas sus trincheras, de todos sus altares...

     ¡En el ara segura del corazón insomne de sus hijos!

     San Romero de América, pastor y mártir nuestro:

     ¡Nadie hará callar tu última homilía!

CREER ES TRANSFORMAR…vayan y transformen el mundo…

Pedro Casaldáliga


miércoles, 8 de abril de 2015

RECONOCERNOS UNOS A LOS OTROS COMO UN TODO (*)



Como Funcionario Público, confirme, que hasta que todos los Ciudadanos e Instituciones, no nos veamos como partes de un todo, lamentablemente, no seremos capaces de ayudar a quienes acudan a nosotros en busca de posibles soluciones, pues, para ello, todos los que estamos al servicio de una Comunidad, tenemos que fortalecer nuestros conocimientos, nuestra voluntad y sobre todo fortalecer nuestro compromiso en ayudar, cada quien enfocado en su rol, en sus funciones, independencia de las Instituciones, haciendo nuestro Trabajo. Reconocernos unos a los otros como un todo.
Como PERSONA, CIUDADANA Y FUNCIONARIA PÚBLICA del Municipio Libertador del Estado Mérida (Venezuela), antes del Diplomado Nacional en Cultura de Paz, tenía un conocimiento limitado  de la Cultura de Paz, de los mecanismos que podemos emplear para fortalecer, y mejorar  la estabilidad de nuestra Sociedad, la cual hoy día se encuentra debilitada, confrontada, dividida, por la situación política que  padecemos actualmente.
Con los aprendizajes obtenidos durante el desarrollo del Diplomado Nacional en Cultura de Paz, el cual,  fue un proceso dinámico, participativo, creativo, dejo como  aporte fundamental que como SOCIEDAD no estamos  exentos  de problemas, que las dificultades las podemos tener en cualquier  momento, pero teniendo  al DIALOGO, LA CONCILIACIÓN, EL RESPETO  Y EN EL SABER ESCUCHAR, como base fundamental para la resolución de los mismos, los resultados serán exitosos.
Cada Modulo del Diplomado fue un  reto, un aprendizaje mas, lo especial  fue que logro la integración de todos los funcionarios y las funcionarias que participamos en él. Para hablar de un desempeño municipal basado en Cultura de Paz, debemos formar a todos los que hacemos vida en nuestro Municipio, comunidad organizada, funcionarios/as.
Uno de los momentos vividos que marco este Diplomado, fue específicamente, en la Práctica Comunitaria,  en la visita a una Escuela Pública, pude identificar, que la PAZ como CULTURA, no se habla en los niveles de Educación Inicial, puesto que no está muy bien identificada en nuestros docentes. La Integración con nuestros niños y niñas fue satisfactoria, en vista que el tema central de nuestra práctica comunitaria fue la de CUIDAR EL PLANETA,  donde los niños y las niñas identifican al PLANETA COMO LA CASA DE TODOS. Es por ello,  que debemos EDUCAR a nuestros niños y niñas enfocados hacia una verdadera CULTURA DE PAZ.
Nosotros/as como funcionarios/as, por medio de nuestras Instituciones,  podemos ofrecerles a nuestra Comunidad, por  medio de charlas, foros, congresos, diplomados, proyectos, basados en el forjamiento de   una Cultura de Paz haciendo que los niños, las niñas y los adultos comprendan y respeten la libertad, la justicia, la democracia, los derechos humanos, la tolerancia, la igualdad y la solidaridad. Ello implica un rechazo colectivo de la violencia.
Es muy poco el tiempo que ha trascurrido desde que se dio el Diplomado, para ver reflejado en Nuestro Municipio resultados tangibles. El reto es que todos y todas seamos promotores, multiplicadores y educadores de una Cultura de Paz.
Para que  las principales características de la democracia alcance su pleno sentido, en nuestra sociedad,  deben ser conscientemente practicadas en nuestras comunidades  y sobre todo en nuestras familias, pues si somos garantes en cumplir nuestros deberes igualmente somos responsables de respetar los derechos de los demás; y que mejor forma que iniciando por nuestros hogares.
Mérida es una Universidad, con una Ciudad por dentro, con más  de  230 años de trayectoria, colocando a nuestra Universidad como pilar fundamental de nuestra Sociedad Merideña, podemos trabajar de la mano, para llevar a cabo:
·        Crear  talleres, foros, diplomados, junto con la Universidad de Los Andes y los funcionarios egresados de este Diplomado, para ser AGENTES MULTIPLICADORES, sobre la Cultura de Paz y Derechos Humanos, en cada rincón de nuestro Municipio. Y sobre todo, formar y educar en primer lugar a todos nuestros Gerentes, Jefes, Coordinadores y todos los/as funcionarios/as Públicos que hacen vida en nuestra Alcaldía del Municipio Libertador.

·        Abrir más espacios, para motivar, incentivar, promover el dialogo, la tolerancia, la solidaridad, entre nuestras comunidades a través de las Instituciones, INTEGRANDO a todas las Gerencias en el DESARROLLO DE LA CULTURA DE PAZ, donde desde sus espacios integren a las comunidades,  en aras de la paz y la tolerancia, La Cultura de Paz sólo puede tener éxito en un contexto de entendimiento mutuo y de concepción abierta y activa de la diversidad.
·        Disponibilidad presupuestaria, para llevar a cabo, la formación, mediante la ejecución de las diversas actividades, que se programen y se ejecuten, en cada una de nuestras Gerencias e Institutos Autónomos.
·        Crear enlaces (Iglesia, Instituciones, Medios de Comunicación, ONG,  Fundaciones,  Colegios de Profesionales, Empresas Privadas, Sociedad Organizada) y demás municipios del Estado Mérida, para la formación, capacitación e integración de todos nuestros funcionarios/as.
Que se cree un verdadero compromiso, de  todo lo planteado, y que en un corto plazo de inicien las actividades que a bien se decidan ejecutar.
Así como se dio, la realización de este Diplomado, también surjan otros de igual relevancia, para continuar con la formación académica y como personas.
RESPETO, TOLERANCIA, IGUALDAD, INCLUSION,  HONESTIDAD, HUMILDAD, y el BUEN EJEMPLO  hacen de cada uno de NOSOTROS/AS una mejor persona, lo cual llevara a una mejor SOCIEDAD, y a su vez UN MEJOR PAIS.
(*)Palabras pronunciadas por Vanessa Albornoz en el panel de Experiencias y Vivencias de los participantes del Diplomado Nacional en Cultura de Paz en el Foro Público “Hacia la construcción de Cultura de Paz en mi Municipio” realizado el 25 de marzo 2015 en el Municipio Libertador del Estado Mérida (Venezuela).

lunes, 6 de abril de 2015

CATEDRA DE LA PAZ MONS. OSCAR ARNULFO ROMERO EN SUS PRIMEROS AÑOS: Una mirada retrospectiva



En el marco de los veinte y ocho años de labor de Cátedra de la Paz y Derechos Humanos “Mons. Osca Arnulfo Romero” de la Universidad recordaremos un documento elaborado por Rafael Aguilar; quien era integrante para ese momento.
El año 1991 marcaba los tres primeros años de existencia de la CATEDRA DE LA PAZ  MONS. OSCAR ARNULFO ROMERO. No son muchos años si los comparamos con otras instituciones similares. Pero son muchos si los comparamos en el panorama regional, nacional e incluso mundial.
Que ha visto nacer decenas de instituciones al servicio de la paz, que luego de algunos meses desaparecen, se extinguen por mil u otras razones, pero, razones o no, ya no existen. Muchas de ellas dejan de existir porque carecen de las bases filosóficas de una verdadera ideología pacifista; otras porque sus asociados se cansan de un trabajo que es arduo y agotador, muchas veces incomprendido y otras tantas vilipendiado. A otras las destruye las disensiones internas, la falta de flexibilidad en sus funciones y en los enfoques sobre la problemática social, la inadaptación a la realidad de cada país y de cada situación.
Muchas mueren asfixiadas por la presión de poderosos grupos económicos, sociales y políticos que se molestan por las actividades en defensa d la paz y el bienestar social de las pequeñas comunidades.
Unas más perecen porque no saben llegar a la opinión pública, no se hacen entender por el ciudadano común, porque a veces hablan en un lenguaje rebuscado y sofisticado. Otras más, languidecen porque no logran el mínimo apoyo económico y a veces pretenden lograrlo solo como dadivas de los organismos oficiales.
En fin, son múltiples los aspectos que atentan realmente contra todo tipo de agrupación pacifista y a ello se une, en nuestro país, la dificultad enorme que hay para organizarse, trabajar en grupos, en comunidades y sobre todo, nuestra ya secular indisciplina. Esto hace mucho más meritoria la existencia de una institución que como la CATEDRA DE LA PAZ  MONS. OSCAR ARNULFO ROMERO, haya arribado a su tercer año de lucha, siempre recordando que la paz no se da, se construye con la participación comunitaria.
Contra viento y marea, a pesar de dificultades de toda índole, la Cátedra de la Paz, como ya todos la llaman, ha pasado de ser una agrupación localizada en Mérida, a una organización con amigos prácticamente en todo el país, y aún en el exterior.
La actitud de muchos hacia la Cátedra de la Paz, que al principio era de escepticismo, hasta de sonrisas irónicas ( estos utópicos pacifistas… ), ha cambiado hacia un gesto de respeto y consideración, incluso algunos le tienen cierto temor a la Cátedra de la Paz, no porque esta sea violenta o persiga a nadie, sino, porque mantiene firmes sus principios pacifistas y sus puntos de vista sobre un desarrollo más armónico del país; un desarrollo más en consonancia con el ambiente que necesita el hombre para su realización física y espiritual.
Esto supone a veces la defensa irrestricta del derecho a respirar un aire puro y limpio, y contemplar en un régimen de libertad, las bellezas naturales de la nación, de vivir en armonía con la naturaleza y los hombres, lo cual supone una clara posición pacifista y antiarmamentista.
Para la Cátedra de la Paz, la plenitud de vida es posible: es una posición optimista ante tanto derrotismo; es una actividad positiva que está basada en el trabajo firme y sostenido de un equipo de hombres, mujeres, jovenes y niños que creen en la paz, la justicia social, y el equilibrio ecológico, que son dones del creador que deben llegar a todos los seres humanos, sin excepción.  
Para culminar, resaltaremos con lo señalado por Rafael Aguilar que  muchas de las precisiones que visualizo en esos primeros tres años, siguen marcando el quehacer actual de la Cátedra de la Paz. (Recopilación Walter Trejo Urquiola, Marzo 2015)

miércoles, 1 de abril de 2015

MI CAMINAR POR EL DIPLOMADO….(*)



En el momento de la invitación a participar en el Diplomado Nacional de Cultura de Paz el titulo hizo en mi mente una especie de incógnita de a que se referían Cultura de Paz y Derechos Humanos y veo una frase que define y aclara mis ideas “La Cultura de Paz pone en primer plano los Derechos Humanos; el rechazo a la violencia en todas sus formas y la adhesión a los principios de Libertad, Justicia, Solidaridad, Tolerancia, Igualdad, así como la comprensión entre los pueblos, los colectivos y las personas”.

Parte de ello se implementa en mi condición de servidora pública, con los valores que requerimos y necesitamos para vivir, pensar en la Ecoficina, de tener medidas ecológicas en el trabajo, ahorro de agua, reciclaje en la escuela, reciclaje en el trabajo, cuidado del ambiente en la escuela, oficina ecológica, ahorro energético en la oficina, que en su totalidad no se pone en práctica si pero cuando la gente entienda lo importante que es y lo fundamental para la vida se abocaran a ello me ha apasionado.

Los conocimientos adquiridos en el Diplomado me servirá para ponerlos en práctica en mi sector cambiando y desarrollando nuevas ideas en pro del desarrollo de un colectivo. La Inteligencia Emocional importante para el desarrollo del ser, cada día de la vida es un aprendizaje y que debes seguir educándote teniendo la edad que tengas porque no debemos conformarnos con ser bachiller o por obtener un título universitario, no señores dice un amigo de casi 19 años y que lo considero de mi familia a él y su grupo familiar (sin menos preciar el trabajo de los educadores) siempre me ha dicho “me termine de preparar en la universidad de la vida y debes estar al tanto de lo que pasa y conocer, leer e investigar lo que no conoces porque cada día aprendes más”, él no continuo con sus estudios pero debate con mi hija (estudiante de Ciencias Políticas en la ULA  y Administración por la UBV), no solo con ella sino cualquiera que se siente frente a él a entablar una conversación, hombre de paz que rechaza la violencia y busca el dialogo.

Luego de haber vivido la experiencia dentro del Diplomado este concretó ideas, enriquecí mis conocimientos y culmine una meta que me propuse en el primer día de participación en esta actividad. Me identifico y entiendo como Cultura de Paz al conjunto de valores, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto a la vida, al ser humano y a su dignidad. Es interesante y satisfactorio que un buen grupo de personas que estamos dentro de la institución (con muchísimas diferencias) podamos coexistir en grupo por cuatro horas seguidas en unos cuantos meses, dándonos a conocer esa parte de ti que está ahí muy adentro y no se refleja por estar centrado en otra cosa sin compartir con ellos. No quiere decir que por ello se mantengan una mala relación no al contrario todos nos tratamos pero hoy en día tenemos algo en común las vivencias del Diplomado y las estrategias a utilizar para enfrentar conflictos dentro de nuestro entorno manteniendo ese perfil Cultura de Paz.

Un día llega un señor solicitando mi apoyo para resolver una problemática personal, sucede que por ser una alcaldía pequeña estamos limitados para ciertas cosas sin embargo el tiempo dentro de este entorno me han dado la oportunidad de conocer personas que de una u otra manera me ayudan a resolver, en esta oportunidad este caballero planteo su problemática y como no consiguió una solución se molestó, lo atiendo y respiro profundo diciéndole que dentro de esta oficina no se puede pero intentare ayudarlo por otro lado.

El aprendizaje de este Diplomado es mantener un perfil con valores para poder responder de forma correcta sin caer en discusión, señores sigamos preparándonos motivados por la visión de un mundo libre de violencia en todas sus formas y manifestaciones.

Propongo que este tipo de talleres y actividades se desarrollen e impulsen a lo largo del Municipio a fin de Educar en Cultura de Paz a los 20 mil habitantes de esta bella población andina, para que el día de mañana no nos siga pasando de que sales a la plaza Bolívar y llega una persona a decirte cualquier palabra despectiva agrediéndote simplemente por pensar deferente a él, rescatemos el respeto pieza fundamental para vivir, es difícil pero si se puede sino vean hoy a este grupo de integrantes del Diplomado y de Cátedra de Paz que estuvimos juntos y seguiremos juntos a fin de hacer este sueño una realidad posible mundial. “Una sola golondrina no llama agua”…

(*) Palabras pronunciadas por María Elena Uzcategui en el panel de Experiencias y Vivencias de los participantes del Diplomado Nacional en Cultura de Paz en el Foro Público “Hacia la construcción de Cultura de Paz en mi Municipio” realizado el 26 de marzo 2015 en el Municipio Santos Marquina del Estado Mérida (Venezuela).