En
estos momentos, muchos Educadores para la Paz se debaten con otros educadores
formales de los retos y requerimientos de Educar para la Paz en tiempos de la
Inteligencia Artificial (IA).
La
velocidad, la superconexion y la desconexión emocional de las personas con sus
propias realidades y entornos están marcando al mundo.
Los
sistemas educativos formales y no
formales con sus limitaciones y aciertos, hacen que la educación enfrente un
nuevo desafío, lograr en el participante recuperar el asombro, la creatividad,
la originalidad, la narrativa y su praxis real.
Educar para la Paz como
proceso humano, requiere de la necesidad de resignificar los preceptos de la
Cultura de Paz en la era de la inteligencia artificial, integrando todas las
herramientas tecnológicas emergentes y que están disponibles para las personas;
en especial, para los niños, las niñas, los adolescentes y jóvenes.
En
este contexto, el proyecto “Educándonos para la Paz” propone
una pedagogía simbólica, narrativa, humana, socioemocional y éticamente lúcida,
que motive en los contextos de aprendizajes como la familia, la escuela, la
comunidad y la sociedad, promover nuevas pedagogías inclusivas, que partan de
los saberes de las personas en comunidad, que devuelva su voz, su criterio y
sus capacidades para formar ciudadanos capaces de conectarse con los saberes
diversos e interconectarse en tiempo complejos.
Los
retos son profundos, serios y compartidos. Para los docentes; en especial, los
Docentes de Paz, implica aprender a integrar las nuevas tecnologías como la inteligencia
artificial generativa sin perder su identidad ni su ruta pedagógica. Para los estudiantes, significa
reconstruir la capacidad de narrarse, de crear vínculos socioemocionales y de encontrar propósito al propio
quehacer educativo. Y
para la sociedad, exige formar ciudadanos con pensamiento
crítico, sensibilidad simbólica, con sentimiento democráticos,
con corresponsabilidad social y una ética del cuidado.
Todo
Docente de Paz desde el aula, poder construir colectivamente y aportar alternativas
sociocomunitarias diseñando experiencias humanas que no solo enseñen
contenidos, sino que construyan humanidad. En esos momentos, se requiere que
el docente se convierta en un mediador entre los contenidos definido por el
ente competente con las necesidades de aprender de los propios participantes, entre
datos y sentidos, entre tecnología y compasión, entre lo formal y lo no formal.
Educar
para la Paz en los tiempos de la IA, implicar el desarrollo de la metodología
de “Taller” de todo acto educativo, ya que éste constituye un espacio de
reflexión, creación y construcción del conocimiento que reafirma el consagrado
concepto pedagógico del “aprender haciendo”, mediante el cual la importancia de
la acción se evidencia en el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje.
Las
estrategias se fundamentarán en el modelo de la investigación-acción que
privilegia la reflexión sistemática de los participantes en torno a los
conceptos, enfoques, métodos e instrumentos impartidos por el facilitador
promoviendo así la recodificación constructiva de los contenidos para luego
adaptarlos a las particularidades de sus propios contextos sociales, culturales
e institucionales.
Para culminar, en la medida que
avance la Inteligencia Artificial, los Educadores para la Paz seguiremos
avanzando en la creación de nuevas pedagogías de paz que vayan dando respuestas
a las necesidades y requerimientos socioeducativos, comunitarios y emocionales
de los participantes en el marco de la Cultura de Paz.
(1) Walter
José, Trejo Urquiola. Egresado de
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