Hoy nos reúne una
inmensa alegría: la culminación del Diplomado
Juventud, Políticas Públicas y Comunicación, un esfuerzo formativo
que no solo ha sumado conocimientos, sino que ha encendido compromisos y ha
fortalecido vocaciones.
Fueron muchas las
horas para soñar, preparar y realizar cada sesión de trabajo en los municipios
Rangel, Libertador y Campo Elías del estado Mérida.
En este ilustre Salón
del Paraninfo, cada uno estará recordando sus vivencias, sus recuerdos, sus
emociones y sus aprendizajes; pero también, recordarán las cosas que dejaron de
hacer, los momentos de llegar a destiempo y los aprendizajes que no logramos.
Igualmente recordamos, a los compañeros y las compañeras que comenzaron pero
por diversas razones no están sentados en este hermoso salón.
Por parte de
nosotros, como los facilitadores, seguro recordamos como ustedes, el frio de
Mucuchíes que se minimizaba con los tímidos rayos de sol al escaparnos en el
patio de la Casa de Cultura de ese bello pueblo andino; del café humeante
agotado al instante, de los selfies en cada presentación grupal que hicimos, de
los detalles que reafirmaban el amor y la amistad que vivimos en la ciudad de
Mérida, por último pero no poco importante, los aportes nacido desde el corazón
para ser compartidos en nuestras meriendas, de haber trabajo bajo la mirada
esperanzadora de Jesús y a sus pies trabajábamos en la Capilla en Ejido.
Pero sabemos que en
los tres lugares que desarrollamos el diplomado, seguro todos recordaremos el
primer almuerzo que nos hacia suspirar y anhelar en cada semana que llegara al
parecido, recordaremos esa sabrosura preparada por la señora Flor con todo el
amor para cada uno de ustedes.
Queridas y queridos egresados
y egresadas, ¡qué orgullo verlos aquí!
Ustedes han recorrido
un camino de reflexión, análisis y acción, en un momento crucial para el país
y, especialmente, para nuestra juventud.
Hoy más que nunca,
necesitamos acompañar y apoyar las voces de los jóvenes, críticas, propositivas
y creativas que construyen un futuro desde lo colectivo, desde lo ético y desde
lo humano bajo el lema como nos lo dijo el Mons. Romero “Creer es transformar”
Este diplomado
—impulsado por Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos en
Venezuela (CISP), la Asociación Civil Cátedra de la Paz y Derechos Humanos
Mons. Oscar A. Romero, junto a la Dirección General de Cultura, la Escuela de
Comunicación Social y la Dirección de Extensión de la Universidad de Los Andes
con el auspicio de la Unión Europea en Venezuela— ha sido una apuesta concreta
por formar agentes de cambio con herramientas sólidas para incidir en lo público
y comunicar con sentido en estos tiempos de adversidad.
Cada uno de ustedes
no solo ha aprendido; también ha crecido. Ha fortalecido sus capacidades
personales y profesionales, pero lo más valioso: ha reafirmado el compromiso
con las y los jóvenes de sus comunidades y del estado Mérida.
Porque lo que han
logrado no es solo un logro individual, es una victoria colectiva que ha sido
acompañada por la Ilustre Universidad de Los Andes en sus 240 años.
Gracias por creer en
este proceso, en las organizaciones promotoras del diplomado, de su Universidad.
Gracias por soñar en grande, pero también por trabajar con los pies en la
tierra y el corazón en el servicio. Han dado un pequeño paso, ahora nos toca
seguir caminando JUNTOS.
Agradecemos a los
facilitadores invitados, la licenciada Nilsa Gulfo de la Escuela de
Comunicación Social y del psicólogo Ángelo Parra del equipo del Comité Internacional
para el Desarrollo de los Pueblos CISP en Venezuela; nuestro reconocimiento a
la Msc. Nathalie Carrillo Gómez nuestra coordinadora académica por la pasión en
cada detalle para que el proceso formativo siempre sea apegado a lo indicado
por la Universidad de Los Andes, a la Licenciada Lindys Vivas, coordinadora de
Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos en el estado Mérida por
habernos seleccionado para esta aventura académica, al señor Danny Araque por sus
amenas conversas en cada traslado, por velar por nuestra seguridad y permitir
que todo estuviese en su lugar para cada sesión de trabajo; a la licenciada
Gina Trejo Urquiola quien desde Los Curos, nos aseguraba que todo funcionara
adecuadamente en torno a la logística para que cada uno sintiéremos ese amor con
que preparamos el diplomado.
No puedo bajarme de
este pódium, sin nombrar al profesor Víctor Daniel Albornoz, Director General
de Cultura quien estuvo pendiente en
cada semana de sus aportes y permanencia; al licenciado Juan Carlos Rivero y su
equipo de la Dirección General de Extensión por guiarnos para poder estar hoy
en este recinto.
Igualmente, a toda la
Escuela de Comunicación Social que desde el primer momento, su director dijo si
apoyemos esta bella propuesta, esperamos haber dado lo mejor para concretar
futuras acciones para promover la Comunicación para la Paz en sus aulas.
Señor Rector, he aquí
este maravilloso grupo de participantes más que participantes, son maravillosas
y lindas personas que sueñan como nosotros y como esta Universidad en un mundo
mejor, justo, humano, sostenible, democrático y en paz.
Hoy no se cierra una
etapa, hoy se abre una nueva. Ustedes llevan consigo una semilla de
transformación, de la esperanza y de la resiliencia. Que la siembren donde haya
silencio, exclusión o desesperanza, y hagan florecer palabras, acciones, participación
y esperanza.
¡Felicitaciones,
egresadas y egresados! El futuro necesita de su valentía, de su pensamiento
crítico y, sobre todo, de su pasión.
¡Sigamos construyendo
paz con la juventud!
Recuerde siempre
“Creer es transformar”
Muchas gracias.
(1)Palabras pronunciadas por el politólogo Walter José
Trejo Urquiola, coordinador general de la Cátedra Cultura de Paz de la
Dirección General de Cultura de la Universidad de Los Andes con motivo al acto
solemne en el Paraninfo de la dicha Universidad para la entrega de diplomas a
los participantes que culminaron el Diplomado Juventud, Políticas Públicas y
Comunicación (2024-2025) promovido por el Comité Internacional para el
Desarrollo de los Pueblos (CISP) Venezuela con la Asociación Civil Cátedra de
la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar Arnulfo Romero en Mérida, Ciudad
Internacional de Paz, el 30 de mayo 2025.
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