jueves, 8 de mayo de 2025

PEDAGOGIA DE PAZ DESDE LA COTIDIANIDAD.

 

La interrogante inicial que se debe plantear al comenzar el trabajo en Cultura de Paz es ¿Es posible la Paz? Es un cuestionamiento que todos nos hacemos y que nos invita a pensar en ¿Qué podemos hacer para construirla?

Afirmar que las instituciones del Estado son las "grandes ausentes", lo cual indica desde la perspectiva ciudadana, da la oportunidad que desde la ciudadanía pueda incidir para que el Estado cumpla con sus obligaciones.

Poner un orden las normas, reglamentos y procedimientos que pocos lo conocen y si los conocen no pueden actuar; hay islas y si no hay unidad es difícil para cumplir con lo que se quiere hay intereses personales y la paz sigue en guerra.

Más allá de estar recogidos en unos tratados, convenciones o cualesquiera instrumentos, refieren al ser humano y eso lo hace trascender fronteras ideológicas, sociales y políticas.

La Pedagogía de la paz es esencial para la construcción de sociedades más justas y armoniosas. Comentando sobre los principios conceptuales de la Pedagogía para la Paz: La cultura de paz nos enseña a resolver conflictos de manera pacífica y a fomentar la convivencia basada en el respeto y la empatía. La paz positiva va más allá de la ausencia de violencia, promoviendo condiciones que aseguren el bienestar social y la equidad. Finalmente, los derechos humanos son el fundamento que garantiza la dignidad y el respeto para todas las personas. Integrar estos tres aspectos es clave para formar ciudadanos conscientes, capaces de contribuir activamente a un mundo más pacífico y justo.

Walter Trejo Urquiola, coordinador general de la Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar Arnulfo Romero señala que "todo es un hecho pedagógico".

En tal sentido, Nathalie Carrillo Gómez, coordinadora académica de la Cátedra de la Paz comenta “nos parece que es así, cualquier cosa que hacemos  o dejamos de hacer tiene un impacto en los demás. Es por ello, que al tener está sensibilidad y motivación para construir la Paz, cada acción ha de ser planificada y aún cuando tengamos reveses, es importante observar los aprendizajes e integrarlos para seguir”.

La condición que hace posible la cultura de paz es la voluntad de nuestros gobernantes y las instituciones del Estado.  La ciudadanía se compromete desde sus ámbitos y responsabilidades (escuela, familia, barrios).

Las grandes ausentes son las políticas públicas que no garantizan derechos sociales colectivos.  Como ciudadanía tenemos grandes desafíos,  exigir que se garanticen derechos colectivos.

La afirmación de la ausencia de las instituciones del Estado es un desafío, ya que la paz obviamente pasa por la anuencia de los Estados, es su obligación mantener la paz en las naciones.

Visto de esta manera, parece que un principio conceptual lleva al otro y aunque no haya jerarquías, es una forma de explicar con sencillez y precisión el significado de cada uno así como su interdependencia.

Sea por "desconocimiento" o "recursos limitados", las instituciones muchas veces omiten sus obligaciones pero si la ciudadanía está allí para hacer seguimiento, sin ánimos de criminalizar al Estado, podría hacer su función más adecuada y en cierta manera ejercer presión para que cumpla su función.

Los tres principios son unidos uno depende del otro porque en las comunidades, gobiernos y factores que intervienen aparecen y deben  ir estudiándose para llegar a concretar lo adecuado para actuar y iniciar el proceso.

De allí la importancia de una Pedagogía para la Paz,  pues contribuye en la construcción de ciudadanía democráticas.

Ricardo Alvarado Redondo aporta como la Cultura de Paz implica mucho más que la simple ausencia de conflictos armados. Se trata de un conjunto de valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida que fomentan la prevención de la violencia y promueven la resolución pacífica de los conflictos.

En esencia, una cultura de paz se basa en:

·        Respeto por la vida y la dignidad humana: Reconocer el valor intrínseco de cada persona y garantizar sus derechos fundamentales.

·        Rechazo a la violencia en todas sus formas: Esto incluye la violencia física, psicológica, económica, estructural y simbólica.

·        Promoción del diálogo y la negociación: Buscar soluciones a los problemas a través de la comunicación abierta, la escucha activa y el entendimiento mutuo.

·        Educación para la paz: Enseñar desde temprana edad los valores de la tolerancia, la empatía, la cooperación y la resolución no violenta de conflictos.

·        Fomento de la igualdad y la justicia social: Abordar las causas profundas de la violencia, como la pobreza, la discriminación y la exclusión.

·        Respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales: Crear un marco legal y social que proteja los derechos de todos.

·        Participación democrática: Involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones y garantizar la rendición de cuentas.

·        Desarme y no proliferación de armas: Reducir la disponibilidad de medios violentos y promover la seguridad humana en lugar de la seguridad militar.

·        Cooperación internacional: Trabajar en conjunto con otros países y organizaciones para construir un mundo más pacífico y justo.

·        Reconciliación y sanación: En contextos de conflicto o violencia, buscar mecanismos para restaurar las relaciones, reconocer el sufrimiento de las víctimas y construir un futuro compartido.

En resumen, la cultura de paz busca transformar la manera en que las personas y las sociedades interactúan, pasando de la confrontación y la violencia a la colaboración y la armonía. Es un proceso continuo que requiere el compromiso de todos los actores: individuos, familias, comunidades, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad internacional.

Destacamos el apartado Educación para la Paz, uno de los pilares de nuestras acciones formativas donde no sólo se promueva la teoría sino la práctica como principio generador de transformaciones. 

La pedagogía para la Paz busca transformar, que el hecho educativo indistintamente del nivel o contexto transforme directa e indirectamente

Estos tres pilares, señala Ruth Gómez que la cultura de paz, paz positiva y derechos humanos, están profundamente interconectados y se refuerzan mutuamente para construir una sociedad más justa y pacífica.

-Cultura de paz actúa como la base educativa y social que promueve valores como el respeto, la tolerancia y la resolución pacífica de conflictos. Sin una cultura de paz, sería difícil establecer estructuras que sostengan una paz duradera.

-Paz positiva complementa este enfoque al centrarse en generar condiciones que garanticen el bienestar y la equidad social, como el acceso a educación, salud y justicia. No basta con evitar la violencia, sino que es necesario construir un entorno donde las personas tengan oportunidades y puedan vivir con dignidad.

-Derechos humanos garantizan que la paz y la cultura de paz sean accesibles para todos. Sin el reconocimiento y la protección de los derechos humanos, la paz sería frágil y excluyente, ya que ciertos grupos podrían quedar marginados o vulnerables.

Pensar quizás es hora de pensar en otras formas de gobierno que realmente sean vehículos entre la ciudadanía y la administración de lo público. Quizás su ausencia significa que esa forma de estar ya caducó. La pedagogía para la paz está por encima de las instituciones que deben garantizar derechos. Quizás la pedagogía de paz traerá consigo una forma nueva de gobierno más participativa y cooperante.

La Educación para la Paz nos lleva a un aprendizaje mutuo, no es simplemente facilitar un tema; va más allá, se trata de un diálogo que nos permite construir desde los saberes de todos y llegar a algunos acuerdos contextualizados en la realidad que implique pero este desafío es el reto de educación para la paz, es la base del cambio de concienciación y de la sociedad.

La paz empieza en las familias, en los colegios en nuestro medio es el inicio para construir una sociedad buena, justa y con buenos principios y eso es lo que esta faltando actualmente, no hay esa preparación del respeto de la equidad social y el equilibrio para que cada individuo tenga derecho a la salud, trabajo, justicia, descanso y tranquilidad la incertidumbre es grande y los faltantes de los derechos también.

Carrillo señala que "la pedagogía para la paz está por encima" y agrego que su aplicabilidad trasciende los espacios, es una metodología que nos permite conectar y respetar. De manera que bajo una perspectiva distinta, seguramente vamos a promover espontáneamente formas democráticas con mayor compromiso ciudadano y ello redundará en el compromiso de los representantes electos. La Paz comienza en nosotros, lo cual se va a reflejar en cada espacio donde interactuamos. 

Es el principio del ejemplo, pero un ejemplo genuino que se deslastre de señalar y criticar. Que se enfoque en aportar sin distingo y sin juicios.

El compromiso de los que viven y sufren ese problema de paz es total, ellos quieren tener respeto, equidad, tranquilidad, falta el compromiso de los que tienen que actuar honestamente y tienen los recursos para hacer y cambiar las situaciones así es imposible que nos generen resultados positivos al contrario la paz cada día esta mas lejos, tenemos los conceptos  de cultura de paz, de paz positiva  y derechos humanos pero lo escrito no es lo valido es lo que se puede obrar y ver resultados positivos para que nuestra sociedad y países veamos un surgir.

¿Cómo se relacionan los tres principios como los son la Cultura de Paz, la Paz positiva y los Derechos Humanos con la Educación?

Justamente la bisagra que los relaciona es la ciudadanía, su conciencia de sí y  de la existencia  de y con  los otros, existencias  protagonistas de las prácticas de paz.

Es cierto que nos queda camino para recorrer y que hay un poco de utopía cuando hablamos de alcanzar la Paz. Sin embargo, cada acción cuenta y las transformaciones podemos intentarlas en nuestros propios espacios.

Nos gustaría que los países del medio oriente cesen los conflictos y que termine la guerra contra Ucrania, pero quizás en estos momentos no tengamos manera de influir. No obstante, en nuestro sitio inmediato seguramente hay situaciones en las que sí podemos sumar y es allí donde les invito a enfocarnos, ver cómo podemos coadyuvar para atender y ser parte de la solución para que haya convivencia y armonía.

Al integrar estos tres principios en la educación, se busca formar ciudadanos capaces de construir una sociedad donde la paz no sea solo la ausencia de conflicto, sino una realidad positiva basada en la justicia, el respeto y la garantía de los derechos humanos para todos. ¡Es un camino hacia un futuro más humano y sostenible!

La Educación para la Paz es el vehículo esencial para fortalecer la Cultura de Paz, la Paz Positiva y los Derechos Humanos, ya que permite formar ciudadanos críticos, responsables y comprometidos con la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Su relación se manifiesta de las siguientes formas:

- Cultura de Paz y Educación: La educación fomenta valores como la empatía, el respeto, la cooperación y la resolución pacífica de conflictos. A través de la enseñanza, se inculcan actitudes que promueven la convivencia armoniosa y el rechazo a la violencia, preparando a las personas para interactuar de manera constructiva en sus comunidades.

-Paz Positiva y Educación: La paz positiva implica la existencia de estructuras que garanticen el bienestar social. La educación, al proporcionar oportunidades de desarrollo y crecimiento pilar para la equidad, la inclusión y la reducción de desigualdades. Un sistema educativo fuerte contribuye a la estabilidad social, la movilidad económica y la prevención de conflictos.

-Derechos Humanos y Educación: La educación es un derecho fundamental que permite el acceso al conocimiento y la participación activa en la sociedad. Educar en derechos humanos sensibiliza a las personas sobre sus libertades y deberes, promoviendo el respeto a la dignidad de todos los individuos y fortaleciendo la democracia.

Cuando estos tres principios se integran en la educación, se forma una base sólida para una sociedad que prioriza la paz, la justicia y el respeto.

La cultura positiva incluye al estado, sociopolítico y económico valora las actividades que haya un equilibrio del individuo, ejemplo en su vida laboral y personal, familia, la salud ayudando a mantener bienestar al individuo y familia. Los Derechos Humanos: son los principios normas morales estableciendo pautas, comportamiento humano consagrado a nivel nacional e internacional.,

Bexy Arias, docente de paz de Venezuela, comenta “cómo educadora, siempre he pensado que en nuestros currículos de educación formal, debería incluirse está área del conocimiento tan necesaria. No sólo el conocimiento teórico, la práctica pedagógica sobretodo es fundamental para lograr ciudadanos responsables y conscientes socialmente.

Resumiendo esta reflexión, que han generado los participantes del Curso Online Pedagogía para la Paz que ha promovido el Rincón para la Paz, espacio formativo virtual de la Cátedra de la Paz, resaltamos:

1.-Los principios pedagógicos que desde nuestra perspectiva sostienen a la Pedagogía para la Paz, son interdependientes y cada uno desde su naturaleza fomenta directa e indirectamente la educación.

2.-Si bien, la Cultura de Paz es una declaratoria a la cual los Estados no están obligados *sí estamos los ciudadanos* llamados a asumirla. Esto es, porque son unos principios cuyo ejercicio no requiere de un andamiaje jurídico para cumplirlos y aunque ayudaría mucho tenerlos expresos como ley, sí analizamos nuestros códigos podemos verlos incluidos aunque no digan expresamente que se trata de la Cultura de Paz.

3.-Los derechos humanos son inherentes, universales y entre otras, irrenunciables donde el Estado sí tiene la obligación expresa de garantizar y hacerlos cumplir. En este punto, los ciudadanos hemos de conocerlos y conocer también las instancias para acceder a ellos

4.-La Paz Positiva, es un principio que nos aclara que la Paz va más allá de los conflictos armados y que se fomenta mediante no sólo la satisfacción de nuestras necesidades básicas sino también desde el manejo adecuado de las diferencias lo cual aplica a nivel personal como colectivo, nacional e internacional.

La Educación sea la formal (instituciones educativas tradicionales o alternativas) y/o informal es el canal que va a favorecer la construcción de la Paz, comprendiendo que cada contenido así como cada herramienta didáctica ha de estar enfocada a promover todo lo anterior: la cultura de  paz, la paz positiva y los derechos humanos

Mayor información: rinconparalapaz@gmail.com



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