La
Coalición Mundial por la Paz con la Naturaleza, vivir bien en equilibrio y en
Armonía con la Madre Tierra es un llamamiento a la acción para potenciar los
esfuerzos y compromisos nacionales e internacionales encaminados a lograr una
relación equilibrada y armoniosa con la naturaleza que garantice una mayor
sostenibilidad, mediante la protección de la naturaleza y la conservación,
restauración y uso sostenible de nuestra biodiversidad global.
Conscientes
de que el planeta se enfrenta a una coyuntura crítica en la que la huella
ecológica global de la humanidad supera la capacidad biológica de la Tierra, y
de que la degradación medioambiental y la pérdida de biodiversidad amenazan a
la humanidad y la salud de nuestros ecosistemas y la estabilidad social,
económica y política colectiva de la sociedad:
1.
Reconociendo que una relación armoniosa y pacífica entre los seres humanos y la
naturaleza es fundamental para la sostenibilidad de nuestro planeta y de sus
recursos vivos y no vivos, para el bienestar y disfrute de las generaciones
presentes y futuras, y para conservar el valor intrínseco de la naturaleza, por
lo que es imperativo hacer la paz con la naturaleza y trabajar activamente para
conservar y restaurar la biodiversidad.
2.
Reconociendo la necesidad de promover una mayor conciencia e intensificar los
esfuerzos a nivel local, subnacional, nacional, regional y mundial en materia
de derechos humanos, paz entre los pueblos, sostenibilidad, justicia social y
ambiental, conocimientos tradicionales, cuestiones bioculturales y cooperación
internacional.
3.
Destacando que detener e invertir la pérdida de biodiversidad, restaurar la
salud y la integridad de los ecosistemas, así como su conservación,
restauración y uso sostenible, requiere la acción colectiva y sostenida de los
Estados, las organizaciones internacionales, la sociedad civil, el sector
privado y todos los titulares de derechos y partes interesadas pertinentes.
4.
Reafirmamos que el derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible es un derecho
humano y reconocemos que el respeto de este derecho requiere la colaboración y
la responsabilidad compartida de todos los sectores de la sociedad.
5.
Reafirmando la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas que reconoce, entre otras cosas, que el respeto de los
conocimientos, culturas y prácticas tradicionales indígenas contribuye al
desarrollo sostenible y equitativo y a la gestión adecuada del medio ambiente.
6.
Reconociendo que las crisis actuales e interrelacionadas de pérdida de
biodiversidad, cambio climático, contaminación y degradación de tierras y mares
han afectado negativamente a múltiples derechos humanos y han aumentado la
desigualdad y la pobreza en aspectos como el derecho a la vida, a la salud, al agua,
al saneamiento, a la alimentación, al vestido y a la vivienda, al desarrollo, a
la educación, a la reunión pacífica, a los derechos culturales, así como el
derecho a vivir en un medio ambiente sano, limpio y sostenible.
7.
Reconociendo que el enfoque «Una Salud» se basa en la comprensión de la
relación inseparable entre los ecosistemas sanos y la salud de las personas y,
por lo tanto, crea soluciones sostenibles y holísticas.
8.
Destacando que las interconexiones entre las tres Convenciones de Río sobre
biodiversidad, cambio climático y desertificación deben ser siempre
consideradas, para asegurar acciones y medidas más eficientes y efectivas para
cumplir sus principios y alcanzar sus objetivos, en línea con los respectivos
mandatos.
9.
Reconociendo que los efectos adversos de la pérdida de biodiversidad, el cambio
climático, la desertificación y la contaminación afectan de manera
desproporcionada a los niños, mujeres, niñas y adolescentes y jóvenes; a las
personas que viven en la pobreza, a las minorías, a las personas mayores; a los
grupos marginados racial y étnicamente; a los pueblos indígenas,
afrodescendientes y comunidades locales; a las personas con discapacidad,
migrantes y desplazados internos, LGBTI y otros grupos en situación de
vulnerabilidad.
10.
Reconociendo que todas las mujeres, niñas y jóvenes en diversas situaciones y
condiciones juegan un papel fundamental como agentes de cambio a favor del
desarrollo sostenible y de las prioridades de paz y naturaleza.
11.
Reconociendo que la participación plena, equitativa, efectiva y significativa
de las mujeres y la inclusión significativa de los jóvenes en el abordaje de
los desafíos ambientales globales es esencial para lograr el desarrollo
sostenible y para sociedades pacíficas, justas e inclusivas.
12.
Reconociendo que los conocimientos, innovaciones y prácticas de los Pueblos
Indígenas, Afrodescendientes, campesinos, agricultores y comunidades locales
que encarnan estilos de vida tradicionales, son esenciales para la conservación
y el uso sostenible de la diversidad biológica, y reconociendo también la
importancia de promover su amplia aplicación con la aprobación y participación
de sus poseedores; así como la necesidad de compartir pronta, justa y
equitativamente los beneficios derivados de la utilización de dichos
conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales asociados a los recursos
genéticos.
13.
Considerando que la educación para el desarrollo sostenible debe estar en el
centro de las agendas gubernamentales y educativas de todo el mundo para
concienciar sobre la urgente necesidad de actuar y hacer frente a la pérdida de
biodiversidad, el cambio climático, la desertificación y la contaminación, y
promover modelos de producción y consumo sostenibles. En este contexto,
subrayamos el papel clave del mundo académico y de la investigación científica
para contribuir a hacer frente a estas crisis.
14.
Recordando el impacto negativo de la deforestación y la degradación de los
bosques sobre la biodiversidad, y la necesidad de detenerlo y revertirlo.
15.
Reconociendo que no puede haber desarrollo sostenible sin paz, ni paz sin
desarrollo sostenible.
16.
Reconocer el vínculo entre la protección del medio ambiente y la promoción y
construcción de la paz. Alcanzar la paz con la naturaleza requiere hacer la paz
entre los pueblos, respetar el derecho internacional y centrar los esfuerzos en
la conservación, el uso sostenible y la restauración de la vida en nuestro
planeta.
17.
Reiterar la importancia del debido respeto y la observancia del derecho internacional
como barrera crucial contra las acciones que amenazan la vida de los seres
humanos y la propia naturaleza.
En
consecuencia,
18.
Hacemos un llamado a cambiar la relación entre los seres humanos y la
naturaleza para abordar los desafíos ambientales de manera integral, y hacer la
paz con la naturaleza.
19.
Reafirmamos la importancia de la Visión, Misión, Objetivos y Metas del Marco
Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal y de su rápida, plena y efectiva
implementación, que debe seguir un enfoque basado en los derechos humanos.
20.
Hacemos un llamamiento para que la sostenibilidad vaya siempre acompañada de
justicia social y medioambiental, erradicación de la pobreza, aumento de la
equidad, gobernanza medioambiental inclusiva e informada; garantizando la
participación plena, equitativa, inclusiva y efectiva en los procesos de toma
de decisiones de las comunidades afectadas.
21.
Hacemos un llamado al desarrollo de políticas públicas para fortalecer el
capital institucional y humano, la gobernabilidad, el diálogo intercultural,
las capacidades técnicas y el financiamiento adecuado para lograr una relación
equilibrada y armónica con la naturaleza.
22. Nos
comprometemos a promover la consolidación, el fortalecimiento y la creación de
alianzas entre países, regiones, sectores y pueblos, así como a mejorar la
cooperación y la solidaridad internacionales, incrementando la asistencia a los
países en desarrollo para la biodiversidad,incluyendo la financiera, la
transferencia de tecnología y el desarrollo de capacidades.
23. Nos
comprometemos a realizar esfuerzos para movilizar a todo el gobierno y a toda
la sociedad, empoderando la acción local, ya que de esta fuente proviene el
poder de esta coalición, con el potencial de ser alcanzada y movilizar a miles
de millones para desencadenar la acción colectiva para el cambio.
Estos
esfuerzos son fundamentales para revertir el deterioro ambiental y lograr la
paz con la naturaleza, viviendo bien en equilibrio y armonía con la Madre
Tierra.
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