domingo, 30 de marzo de 2008

ABORDAJE DE LA VIOLENCIA CONTRA LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES: insumos para la acciòn desde la Cátedra de la Paz y Derechos Humanos.

La Historia de la República Bolivariana de Venezuela ha sido en los últimos años una historia violenta, a niveles que ningún venezolano/a había pensado. Son muchas las causas y las consecuencias. Actualmente nuestra historia y sociedad se ven heridas por la violencia: delincuencia generalizada, corrupción, narcotráfico, secuestros, extorsión, abuso del poder, impunidad, injusticia social, marginación cultural, pobreza, violaciones de los Derechos Humanos.

La Violencia no puede atribuirse a un solo momento histórico. Venezuela en la actualidad confirma la existencia de una violencia radical que amenaza con quedarse en toda la República Bolivariana de Venezuela.

Pero ante la realidad violenta que es perturbadora del espíritu, de igual manera lo es la insensibilidad de conciencia de muchos venezolanos/as ante los efectos de la violencia sufridas por otros venezolanos/as. Lo terrible de la violencia no es tan solo la destrucción efectiva que ejerce en vidas humanas y en bienes materiales, privados o públicos, sino que lo es también la pérdida en el hombre de una conciencia de la corresponsabilidad en la situación de violencia.

La violencia se ha convertido en el quehacer de todos los días, los niños y adolescentes conviven con situaciones de agresividad y violencia en su medio familiar, escolar y comunitario que en muchos casos se transforma en violaciones a los Derechos Humanos.

En cada uno de estos contextos de actuación (familia, escuela y comunidad) se viven diferentes formas de violencia: abuso sexual, maltrato infantil, abuso de autoridad, desigualdad, indiferencias, discriminación, estigmatización, exclusión social, entre otras. En todas estas situaciones que atentan contra los DERECHOS HUMANOS de la Infancia y Adolescencia, así como de todas las personas, la escuela tiene una gran responsabilidad en la búsqueda de soluciones donde los niños, niñas y adolescentes sean protagonistas.

La escuela, después de la familia, es el espacio de socialización y formación ciudadana por naturaleza, allí aprendemos los valores de la vida y los principios democráticos y de solidaridad humana que nos van a acompañar durante toda la existencia para ser personas libres y con amplitud de consciencia, asumiendo conscientemente nuestra ciudadanía.

En la Parroquia Civil J.J. Osuna R “ Los Curos” del Municipio Libertador del estado Mérida (Venezuela ) sede la acción comunitaria y social de la Cátedra de la Paz y Derechos Humanos “Mons. Oscar Arnulfo Romero” así como todo el Estado Mérida, este fenómeno social, cultural y económico no escapa a la dinámica nacional vigente.

Para que Venezuela supere esta situación violenta, se requiere la concepción y el despliegue de una Estrategia de Cultura de Paz y de respeto a los Derechos Humanos encaminada a la creaciòn de una sociedad en la que cada venezolano/a pueda desarrollar plenamente sus potencialidades de acuerdo a los preceptos universales y constitucionales.

La característica más resaltante de la Cultura de Paz, que tiende hacia la creaciòn de la Educación para la Paz y los Derechos Humanos, es su afirmación del valor de la vida humana por sobre cualquier tipo de poder, sea esté político, económico, social o cultural.

Dice Vicens Fisas, de la Universidad de Barcelona, “contrariamente a lo que se cree tácitamente, la antítesis de la paz no es la guerra sino la violencia. Tenemos una cultura de violencia absolutamente fuerte, marcada inclusive en aspectos que dejamos pasar como naturales, porque nacimos en una cultura de violencia”.

El Preámbulo de la UNESCO nos dice “Puesto que es en las mentes de los hombres donde nacen las guerras, es en las mentes de los hombres donde hay que erigirse los baluarte de la Paz”.

La Paz se construye en el día a día con el aporte de todos(as). Cada uno tiene un papel permanente y urgente en ese proceso; permanente porque es constante, urgente por que debemos comenzarlo ya…la historia no esperará por los discursos.

Su construcción demanda un compromiso personal, familiar y comunitario de vida, indispensable para generar una verdadera voluntad que la haga posible. La búsqueda de la paz es un proceso en el cual se debe expresar respeto por la dignidad del otro, por los acuerdos y compromisos adquiridos. Se necesita credibilidad, personal, comunitaria y social.

La paz es una tarea principal, pues la violencia cultural está oculta, inmersa en nuestro inconsciente personal y colectivo; por lo tanto, el proyecto de una Cultura de Paz es sumamente ambicioso, pues hay que inventar todo.

Una Cultura de Paz y de Vida se rebela ante este estado de violencia y de injusticia social y busca un proyecto de sociedad nacional construido en base a la justicia, la solidaridad, la libertad y en base a la práctica efectiva de los Derechos Humanos,

Según Naciones Unidas, CULTURA DE PAZ, “es un conjunto de valores, actitudes, comportamientos, tradiciones, estilos de vidas basados en el respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la Educación, el diálogo y la cooperación; el respeto pleno y la promoción de los Derechos Humanos y las Libertades fundamentales; el compromiso de la resoluciòn pacífica de los conflictos; los esfuerzos para satisfacer las necesidades del desarrollo y protección del ambiente de las generaciones presentes y futuras; el respeto y la promoción del derecho al desarrollo; el respeto y el fomento de las igualdades de derechos y oportunidades de las mujeres y de los hombres; el respeto y fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e información; toda la promoción de los valores que permitan que la sociedad en el contexto nacional e internacional favorezca la paz”.

Entendemos por Cultura de Paz, la posibilidad de todas las personas de recibir educación sistemática, amplia y de buena calidad que les permita: comprender sus derechos y sus respectivas responsabilidades; respetar y proteger los derechos humanos de otras personas; entender la interrelación entre derechos humanos, democracia, participación y protagonismo; ejercitar en su interacción diaria valores, actitudes y conductas consecuentes con los Derechos Humanos.

Concebimos que la Cultura de Paz como un componente del Derecho a la Educación y como condición necesaria para el ejercicio de todos los derechos humanos, la paz y la democracia en los ciudadanos/as

Creemos que diariamente, en el quehacer cotidiano, en la educación formal y no formal, se debe trabajar estos valores fundamentales para el desarrollo integral de la ciudadanía. Concebimos la Cultura de Paz como un componente del Derecho a la Educación y como condición necesaria para el ejercicio de todos los derechos humanos, la paz y democracia en los niños y niñas, adolescentes en conjunto con sus actores sociales de protecciòn.

Es desde esta perspectiva y dimensión social de la Paz y la Violencia desde la cual se articulan los diferentes capítulos del presente texto. En él se reflejan dos ideas: en primer lugar, el camino de la violencia y el camino de la Paz constituyen dos alternativas de solución de conflictos, debiendo ser objetivo de toda la propuesta de Justicia y Seguridad para Venezuela. En segundo lugar, que toda la propuesta esta orientada hacia una sólida formaciòn moral, en corresponsabilidad entre todos los actores sociales y concurrente al Proyecto Nacional señalado en la Constitución Bolivariana.

Al promover las participaciones de los niños, niñas y adolescentes así como el de las mujeres del Estado Mérida sobre temas que los afectan como la violencia estamos también EDUCÁNDONOS PARA LA PAZ, con responsabilidad y participación progresiva que requiere de una motivación y un compromiso, por lo tanto participar es a la vez un derecho y un deber.

La participación es la base de la ciudadanía, un niño, una niña o un adolescente, de una mujer, comienza a ser ciudadano desde el mismo momento que viene al mundo al ir asumiendo progresivamente sus derechos y responsabilidades.

Es nuestro deber como Asociación Civil Cátedra del la Paz y Derechos Humanos “Mons. Oscar A. Romero, Organización Comunitaria de Desarrollo Social, adscrita a la Dirección General de Cultura de la Universidad de Los Andes dedicada a generar propuestas para la promoción, la formación y la protección de la Cultura de Paz y Derechos Humanos de la Infancia y Adolescencia, con criterios de Desarrollo Local Sustentable en el estado Mérida (Venezuela) emprender la formación de ciudadanos capaces de dar respuesta a los problemas que los afectan, día a día a nivel familiar, escolar y comunitariamente.

Por otra parte, la existencia de un conjunto de textos jurídicos que permiten los mecanismos y espacios para la defensa de los DERECHOS HUMANOS afectados por la violencia intrafamiliar, sexual, escolar y comunitaria hacen oportuno la realización de los programas y proyectos que ejecutamos desde la Cátedra de la Paz.

Entender el problema de la inseguridad como un tema complejo, el cual debe ser abordado integralmente. Su tratamiento no debe limitarse a plantear reformas desde el punto de vista policial o legal o en los mecanismos represivos del sistema, también requiere formular políticas de prevención y fortalecer el Sistema de Justicia en su conjunto, entre otros aspectos es un paso hacia un nuevo paradigma de la Justicia, la Seguridad, el Estado de Derecho en Venezuela.

Creemos indispensable para quienes tienen la corresponsabilidad actual de frenar la violencia, e iniciar una definitiva Cultura de Paz y de Educación en Derechos Humanos en toda la República Bolivariana de Venezuela.

Ptgo Walter Trejo Urquiola

Coordinador General

Cátedra de la Paz y Derechos Humanos “Mons. Oscar Arnulfo Romero”

Nuevo sitio web: www.catedradelapaz.org.ve

RIF Nro J-30018535-4 / NIT Nro 0442806802

Telfax 0058-0274-2716868 Cell 0414-7484291

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