lunes, 18 de mayo de 2015

LA RECREACION NOS LLEVA A LA PAZ (*)



A continuación las reflexiones, señaladas por el politólogo Walter Trejo Urquiola en su ponencia en el Seminario-Taller “La Recreación nos lleva a la Paz” para relacionar este Seminario-Taller con la Cultura de Paz, nos resultaría fácil porque tendríamos estas tres premisas en lo que vamos a vivenciar, a aprender y a comprometernos posterior al Seminario.
Un día un niño, en una de las sesiones que desarrollamos en las escuelas que denominados “Una Clase para la Paz” nos dijo: “jugando aprendo, qué es la paz”.
Sabias palabras de ese niño de tan apenas nueve años, de una escuela pública en Los Curos (Municipio Libertador, Estado Mérida), que nos demuestra que desde lo recreativo, desde lo lúdico podemos Educar para la Paz.
En este Seminario-Taller que tiene como finalidad guiar y orientar a los profesionales, estudiantes y comunidad organizada en las diferentes actividades que se puedan
desarrollar desde las aéreas de expresión de la recreación, de tal forma que se adquieran conocimientos y herramientas en la planificación, organización y dirección de actividades que promuevan la paz encontraremos parte de esa sabiduría de ese niño.
Lo lúdico es una dimensión del desarrollo humano que fomenta el desarrollo psicosocial, la adquisición de saberes, la conformación de la personalidad, es decir encierra una gama de actividades donde se cruza el placer, el goce, la actividad creativa y el conocimiento.  Según Jiménez (2002):
La lúdica es más bien una condición, una predisposición del ser frente a la vida, frente a la cotidianidad. Es una forma de estar en la vida y de relacionarse con ella en esos espacios cotidianos en que se produce disfrute, goce, acompañado de la distensión que producen actividades simbólicas e imaginarias con el juego. La chanza, el sentido del humor, el arte y otra serie de actividades (sexo, baile, amor, afecto), que se produce cuando interactuamos con otros, sin más recompensa que la gratitud que producen dichos eventos. (p. 42)
Lo lúdico es una manera de vivir la cotidianidad, es decir sentir placer y valorar lo que acontece percibiéndolo como acto de satisfacción física, espiritual o mental. La actividad lúdica propicia el desarrollo de las aptitudes, las relaciones y el sentido del humor en las personas.
Lo lúdico como capacidad se entiende como una dimensión del desarrollo humano, siendo parte constitutiva del ser humano, como factor decisivo para lograr poner en marcha y enriquecer todos los otros  procesos que como capacidades puede realizar el ser humano.
Lo Lúdico fomenta entonces el desarrollo psico-social del ser humano, la adquisición de saberes, la conformación de la personalidad, y se manifiesta en  una amplia gama de actividades donde interactúan el placer, el gozo, la creatividad y el conocimiento.
La consecuencia de pensar la Lúdica desde la función simbólica, lleva a plantear que su esencia no existe en la acción propiamente dicha del juego y sus múltiples manifestaciones sino que reside en la sensibilidad del sujeto, en su conciencia y su imaginación creadora de símbolos Lúdicos recreados en las diferentes formas de la acción o expresión Lúdica.
El juego es lúdico, pero no todo lo lúdico es juego. La Lúdica es una dimensión de la espiritualidad del ser humano.  El sentido de lo Lúdico lo constituye la libre identidad de la conciencia del sujeto, con acciones que satisfacen simbólicamente las necesidades de su voluntad, sus emociones y afectos en busca de trascender una realidad objetiva que lo atrapa en su inmediatez y le proporciona felicidad.[1]
De esta forma, queremos con este Seminario-Taller desmitificar que lo lúdico, lo recreativo como acción socioeducativa es solo un juego; para algunos es un juego para niños y niñas; para otros, es un aprendizaje innovador.
Si queremos aportar que como estrategia de aprendizaje en el marco de la Educación para la Paz debe contener:
·        Debe promover la Educación en Derechos Humanos.
·        Debe promover los valores, especialmente, los valores universales.
·        Debe promover la acción (transformar realidades)
·        Debe utilizar una metodología interactiva y participativa para el desarrollo de actitudes de respeto a la dignidad humana.
·        Debe partir del Conocimiento Previo de los y las participantes.
·        Debe enfocarse en lo socioafectivo de los y las participantes.
Si regresamos a vuestras casas, escuela y comunidades con este cambio de paradigma sobre lo lúdico, lo recreativo como estrategia para Educar para la Paz, podemos concluir el éxito de este Seminario-Taller, podemos decir que “La Recreación nos lleva a la Paz”, entonces salgamos a Jugar para la Paz.
Muchas Gracias
(*)Ptgo Walter Trejo Urquiola. Coordinador General Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar A. Romero de la Universidad de Los Andes. Ponencia (Resumen) presentada en el Seminario-Taller “La Recreación nos lleva a la Paz” realizado en Barinas (15 y 16 de Mayo 2015)
Fuentes Consultadas:
·         Cátedra de la Paz y Derechos Humanos “Mons. Oscar A. Romero”. Plan Estratégico 2014-2017. Mimeo: Mérida, Venezuela. 2014.
·         Educar para lo Humano (2011) El Juego es Lúdico, pero no todo lo lúdico es un juego. [Documento en línea] Disponible: http://educarparalohumano.blogspot.com/2011/07/el-juego-es-ludico-pero-no-todo-lo.html [Consultado 2015, mayo, 11].
·         Fisas, Vicent. Una Cultura de Paz (Capítulo XI Libro Cultura de Paz y Gestión del Conflicto), Icaria /UNESCO. Barcelona, España. 1998.
·         Jiménez, B. (2002) Lúdica y recreación. Colombia: Magisterio. Passim.
·         Organización de las Naciones Unidas (1999) Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz. [Documento en línea] Disponible:   http://www3.unesco.org/iycp/kits/sp_res243.pdf [Consultado 2012, marzo, 19].
·         Trejo Urquiola, Walter José. Informe de Gestión 2010 Cátedra de la Paz. Mimeo: Mérida-Venezuela.




[1] Educar para lo Humano (2011) El Juego es Lúdico, pero no todo lo lúdico es un juego. [Documento en línea] Disponible: http://educarparalohumano.blogspot.com/2011/07/el-juego-es-ludico-pero-no-todo-lo.html [Consultado 2015, mayo, 11].

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