Sabías que en la localidad de Santo Domingo, en el municipio Cardenal Quintero, del estado Mérida (Venezuela), algunas organizaciones y emprendedores se han organizado para innovar, articular y crecer juntos.
Estas organizaciones y emprendedores se han unido en torno a
la iniciativa ciudadana llamada Casas Creativas; que recientemente realizaron
la primera inmersión territorial en dicho municipio merideño con otra
iniciativa ciudadana llamada Huertas y
Mesas del Río Santo Domingo, ambas iniciativas acompañadas por la
Asociación Civil Geografía Viva,
La Rama Dorada y Comunicación Continúa.
Por su parte, la Asociación Civil Cátedra de la Paz, junto
con Cultura de Paz ULA, tuvieron la oportunidad de conocer estas iniciativas,
invitados por el proyecto Casas Creativas,
y quedaron gratamente sorprendidos por el sentido de pertenencia, el deseo de
mejorar el territorio, y la creatividad con que cada emprendedor innova en su
área de servicios.
Según Walter Trejo Urquiola, coordinador general de Cátedra
de la Paz: “Nuestra presencia en esta primera inmersión territorial del
proyecto Casas Creativas es conocer estas iniciativas ciudadanas para
visualizar las formas de apoyar en el marco de la Cultura de Paz”.
Los y las participantes pudieron
conocer qué es las Huertas y Mesas del Río Santo Domingo, basado en fuentes de Geografía Viva, Comunicación Continua, y
medios locales merideños podemos resumir qué es:
- Es
un proyecto que comenzó en julio de 2024 que busca articular
producción agroecológica, emprendimientos locales, turismo comunitario, y
conservación ambiental en Santo Domingo, municipio Cardenal Quintero del
estado Mérida.
- Tiene
como objetivo crear productos
turísticos comunitarios conservacionistas, generando rutas o
caminos de prácticas agrícolas sostenibles, gastronomía local, observación
de aves, y senderos interpretativos.
- Se
enfocan en capacitar jóvenes y
mujeres, involucrando familias productoras, con acciones que
favorecen la economía local, el cuidado del ecosistema local y la
protección del paisaje.
- Surgen
iniciativas como viveros de especies nativas para revegetación, producción
de abonos orgánicos, fortalecimiento de huertas agroecológicas, y
promoción del turismo local como alternativa para preservar los recursos
naturales.
Por otra parte, se han formado decenas de familias en prácticas
agroecológicas y gestión de riesgos, construyéndose una red local de jóvenes,
docentes, comunidades y emprendimientos, que dialogan entre sí para compartir
experiencias y apoyarse mutuamente.
Se ha logrado visibilidad local y regional, además del apoyo
técnico-organizativo. El proyecto ha sido incorporado al Programa de Pequeñas Donaciones
del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (PPD/GEF administrado por PNUD
Venezuela) para su implementación.
Los desafíos que tiene esta
iniciativa merideña son:
1.-Lograr conciencia colectiva fuerte más allá de los logros
individuales, para una cooperación sostenida.
2.-Mantener la sostenibilidad financiera y organizativa,
dado que los recursos son limitados, los plazos extensos y los impactos requieren
de seguimiento.
3.-Conectarse con políticas públicas que reconozcan,
protejan y favorezcan este tipo de iniciativas locales, incluidas las de
agricultura familiar y de conservación ambiental.
Para el politólogo Walter Trejo Urquiola,
especialista en Cultura de Paz de la Universidad de Los Andes, estas iniciativas
ciudadanas contribuyen a una Cultura de Paz al promover el fortalecimiento del
tejido social, al organizarse en colectivo, los
participantes construyen confianza mutua y solidaridad, elementos esenciales
para la paz en el marco del principio del Manifiesto de Cultura de Paz (ONU,
2000) que reza “promover la solidaridad”.
Por otra parte, comenta Trejo que
el empoderamiento y equidad, mediante la
capacitación de jóvenes y mujeres, fomenta la participación ciudadana activa,
reduciendo desigualdades sociales que generan tensiones, lo que fortalece los
valores democráticos.
Otro principio del Manifiesto
Cultura de Paz, señala “preservar el Planeta Tierra” en el cual estas
dos iniciativas ciudadanas es evidente que promueven una Relación
armoniosa con el entorno: la agroecología y el ecoturismo
promueven el respeto al ambiente, lo que favorece la salud comunitaria y
previene conflictos por recursos naturales.
Además, de promover la prevención
de riesgos: al incorporar gestión de riesgos
locales (por clima, geografía, lluvias, etc.), se disminuyen las
vulnerabilidades ante desastres, lo que contribuye a la seguridad y estabilidad
social.
Culmina Trejo señalando que para que esta iniciativa siga creciendo y
sirva de modelo en otras comunidades, es importante:
1.-Que instituciones educativas, gobierno local y regional,
organizaciones sociales, ambientales y de Derechos Humanos apoyen con
políticas, financiamiento, asesorías técnicas.
2.-Que las comunidades participen activamente, compartiendo
saberes locales, identificando necesidades reales, y comprometiéndose con los
procesos de conservación.
3.-Que los medios de comunicación y redes sociales
visibilicen estos esfuerzos, inspirando a otros grupos, sensibilizando al
público sobre la importancia de la agroecología, el ecoturismo y la Cultura de
Paz.
De esta forma, seguiremos consolidando al Estado Mérida como
el reservorio de la Cultura de Paz en Venezuela.
Mayor información: catedradelapazula@gmail.com
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