lunes, 25 de agosto de 2025

EL PAPEL DEL ESTADO Y LA SOCIEDAD CIVIL EN LOS CONTEXTOS CRÍTICOS Y DE EMERGENCIA.

 

En contextos críticos y de emergencia, el papel del Estado es fundamental como garante de los derechos humanos, debiendo actuar de forma oportuna, coordinada y con un enfoque centrado en la dignidad humana.

Esto implica diseñar e implementar políticas públicas que prioricen la protección de los grupos más vulnerables, asegurando el acceso equitativo a servicios básicos, información clara y mecanismos de participación ciudadana.

El Estado tiene la responsabilidad de incorporar el enfoque de derechos humanos en todas sus acciones, respetando los principios de legalidad, igualdad, transparencia y rendición de cuentas, aun en situaciones excepcionales donde se pueden ver comprometidas libertades civiles o económicas.

Por su parte, la sociedad civil cumple un rol complementario y esencial como vigilante, promotora y ejecutora de acciones que fortalecen la protección de los derechos humanos desde lo comunitario.

Organizaciones sociales, defensoras de derechos humanos, movimientos ciudadanos y redes locales aportan conocimiento del territorio, canalizan las demandas de la población afectada y pueden colaborar directamente en la implementación de políticas públicas, especialmente cuando la institucionalidad estatal se ve desbordada o debilitada.

La articulación entre Estado y sociedad civil, bajo un enfoque de corresponsabilidad, resulta clave para garantizar respuestas más integrales, inclusivas y sostenibles ante la crisis, promoviendo así una cultura de paz y solidaridad en la reconstrucción del tejido social.

En el módulo sobre El papel del Estado y la sociedad civil en contextos críticos y de emergencia se profundizará sobre diversos mecanismos de respuesta gubernamental ante contextos críticos y de emergencia, con énfasis en las estrategias de articulación estatal con sectores de la sociedad civil y de cooperación.

Los expertos tomarán como referencia algunos casos nacionales particulares, donde se explorarán diferentes formas de vinculación institucional y comunitaria que permitan construir respuestas integrales y participativas, con foco en poblaciones potencialmente vulnerables en dichos contextos: mujeres, infancias, personas con discapacidad, pueblos originarios, migrantes, entre otras.[1]

Walter Trejo Urquiola, considera que la articulación entre el Estado y la sociedad civil no solo es pertinente, sino indispensable en los contextos críticos y de emergencia. Cuando los derechos humanos se ven amenazados por crisis políticas, desastres naturales, pandemias o conflictos sociales, se requiere una respuesta colectiva que trascienda la lógica vertical del poder y reconozca el papel protagónico de las comunidades organizadas.

Las organizaciones de la sociedad civil poseen un conocimiento territorial invaluable, una cercanía directa con las poblaciones más vulnerables y una capacidad de respuesta flexible que puede complementar y potenciar la acción institucional del Estado.

En este sentido, trabajar juntos significa construir políticas públicas con enfoque de derechos humanos desde la corresponsabilidad, reconociendo que la defensa de la vida, la dignidad y la justicia social no es tarea exclusiva de los gobiernos, sino de toda la sociedad.

La cooperación efectiva entre ambos actores permite visibilizar necesidades, garantizar la transparencia, fortalecer mecanismos de participación y generar mayor legitimidad en las decisiones que se toman en momentos de alta tensión social. Solo en la medida en que se consoliden estas alianzas estratégicas, será posible responder de manera integral y humanitaria, y avanzar hacia una verdadera cultura de paz sustentada en la defensa activa de los derechos humanos.

Mayor información: catedradelapazula@gmail.com

 




[1] Dossier POLÍTICAS PÚBLICAS CON ENFOQUE DE DERECHOS HUMANOS EN CONTEXTOS CRÍTICOS Y DE EMERGENCIA (2025) Mercosur. Páginas 1-8

 

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