lunes, 19 de agosto de 2024

PAZ CON CONSCIENCIA.

 

La paz con consciencia es un concepto que va más allá de la mera ausencia de conflicto y se refiere a un estado de armonía interior y exterior que surge de una profunda comprensión y responsabilidad hacia uno mismo y los demás.

Implica un proceso de autoconocimiento y reflexión donde la persona o la sociedad se esfuerzan por vivir de acuerdo con principios éticos, justicia, y compasión, no solo en la resolución de conflictos, sino también en la prevención de los mismos.

Esta forma de paz reconoce la interconexión de todos los seres y promueve acciones conscientes y deliberadas para fomentar el bienestar común y la coexistencia pacífica.

Este enfoque a la paz subraya la importancia de la consciencia como un elemento central en la creación de un entorno pacífico. La paz con consciencia requiere una atención constante a cómo nuestras acciones, pensamientos y decisiones afectan a los demás y al mundo que nos rodea.

Es una paz activa, que no solo se preocupa por evitar la violencia, sino por cultivar un estado de equilibrio y respeto mutuo en todas las áreas de la vida. En resumen, la paz con consciencia es un compromiso con la vida en su totalidad, donde cada elección se hace con plena conciencia del impacto que tiene en la paz personal y colectiva.

En tal sentido, ampliamos esta definición con los aportes del sacerdote Edduar Molina (Mérida, 2024) comenzado por “Si quieres paz, respeta la conciencia de cada hombre.

 

Con la apertura de cada año los cristianos celebramos la Jornada Mundial de la Paz, ocasión propicia para que el Pastor Universal de la Iglesia nos regale sus profundas reflexiones y orientaciones que nos encaminen a continuar construyendo juntos el camino de la paz.

 

El Papa San Pablo VI la celebró por primera vez, el 1 de enero de 1968, con la invitación a todos los fieles y a “todos los amigos de la paz” a promover este don del Espíritu Santo “con su justo y benéfico equilibrio para que domine el desarrollo de la historia futura de la humanidad”.

 

Además no deja de ser actual el mensaje de San Juan Pablo II en 1999, en las puertas del tercer milenio, con su llamado de atención para que no olvidemos que, si queremos la paz, debemos comenzar por respetar la conciencia de cada hombre; apremiante desafío que nos coloca frente a mis obligaciones de reconocer los derechos del otro, dentro de ellos, el más importante, la libertad de conciencia, la cual es esencial para una convivencia plena, en paz y realización humana.

 

Pero, ¿Qué es la conciencia del hombre? Según el Catecismo de la Iglesia Católica es “una ley de nuestro espíritu, pero que va más allá de él, nos da órdenes, significa responsabilidad y deber, temor y esperanza. La conciencia es la mensajera del que, tanto en el mundo de la naturaleza como en el de la gracia, a través de un velo nos habla, nos instruye y nos gobierna” (CIC 1778).

 

En el centro de este mensaje, nos hace reflexionar sobre la necesidad de respetar la conciencia de cada uno en el propio ambiente y a la luz de sus responsabilidades específicas. No solamente en lo que nos compete a todos, sino en el modo específico de cada persona, sus opiniones, sus opciones de vida, sus gustos, sus modos de vivir. Cabe preguntarnos: ¿Valoramos y respetamos la diversidad cultural? ¿Nos integramos con el que es diferente de nosotros? Esta tarea debe estar guiada por el amor a los demás. No tengamos miedo de amar lo que es diferente a mis gustos; Jesús nos enseñó en los Evangelios, al acercase a una mujer desconocida y de otra raza y pedirle de beber (Jn 4,10). Si creemos y vivimos esto, la paz será posible.

 

En cada campo de la vida social, cultural y política el respeto de la libertad de conciencia, ordenada a la verdad encuentra variadas, importantes e inmediatas aplicaciones. Insiste el Papa Peregrino que buscando juntos la verdad, en el respeto de la conciencia de los demás, podremos avanzar por los caminos de la libertad, que llevan a la paz, según el designio de Dios.

 

También nos advierte el Papa polaco sobre la intolerancia, como seria amenaza para la paz y que se manifiesta en el rechazo de la libertad de conciencia de los demás.

 

Señala que la actitud de la intolerancia puede manifestarse en cada aspecto de la vida social, sobre todo en la marginación y opresión de las personas o minorías, que tratan de seguir la propia conciencia en lo que se refiere a sus legítimos modos de vivir. Así como en la vida pública, cuando no deja espacio a la pluralidad de las opciones políticas o sociales, imponiendo de esta manera a toda una visión uniforme de la organización civil y cultural. Hasta llegar a la intolerancia religiosa, en la que nos ha faltado el testimonio de unidad y comunión.

 

Por ello, el Papa Juan Pablo II insiste en la “formación de la conciencia”. “Todo individuo tiene el grave deber de formar la propia conciencia a la luz de la verdad objetiva, cuyo conocimiento no es negado a nadie, ni puede ser impedido por nadie. Reivindicar para sí mismos el derecho de obrar según la propia conciencia, sin reconocer, al mismo tiempo, el deber de tratar de conformarla a la verdad y a la ley inscrita en nuestros corazones por Dios mismo, quiere decir, en realidad, hacer prevalecer la propia opinión limitada, lo cual está muy lejos de constituir una contribución válida a la causa de la paz en el mundo”.

 

Por tanto, esta búsqueda sincera de la verdad lleva no sólo a respetar la búsqueda de los demás, sino también al deseo de buscarla juntos. En primer lugar, en el espacio de la familia tenemos la tarea primaria de la formación de la conciencia, como lo apunta el Papa Wojtila: “Es un grave deber de los padres ayudar a los propios hijos, desde la más tierna edad, a buscar la verdad y a vivir en conformidad con la misma, a buscar el bien y a fomentarlo”.

 

Otro segundo espacio es el dedicado a la educación, asegurando las herramientas necesarias para que los jóvenes puedan “ser ayudados a discernir y a buscar la verdad, a aceptar las exigencias y los límites de la verdadera libertad, y a aceptar el correspondiente derecho de los demás”.

 

Por último, tenemos otras muchas instituciones y organismos que desempeñan un papel específico en la formación de la conciencia, de modo especial, los medios de comunicación social. En un mundo digitalizado, estos medios pueden desempeñar un papel muy importante, al promover la búsqueda de la verdad, evitando presentar únicamente los intereses limitados de parcialidades, grupos o ideologías, por tanto, deben ser usados de modo responsable al servicio de la verdad. Enfatizó el Papa polaco.

 

Busquemos juntos esta tolerancia, como un amor operante que tiende a transformarse y convertirse en un esfuerzo positivo y conjunto para asegurar la libertad y la paz a todos”.

Desde la Cátedra Cultura de Paz de la Universidad de Los Andes señalamos cinco propuestas para hacer realidad la paz con consciencia:

1.   Educación en valores y empatía: Implementar programas educativos que fomenten la empatía, la tolerancia y el respeto desde una edad temprana. Estos programas deben enfocarse en desarrollar la inteligencia emocional y la capacidad de los estudiantes para entender y valorar las perspectivas de los demás, promoviendo una cultura de paz en las escuelas y comunidades.

2.   Práctica del mindfulness y la meditación: Integrar la práctica del mindfulness y la meditación en la vida diaria para cultivar una mayor consciencia y autocontrol. Estas prácticas ayudan a las personas a desarrollar una mente pacífica y centrada, lo que les permite responder a los conflictos de manera calmada y reflexiva en lugar de reaccionar impulsivamente.

3.   Fomento de la justicia social: Trabajar activamente para reducir las desigualdades sociales y económicas que son fuentes de conflicto y violencia. Esto implica apoyar políticas y proyectos que promuevan la equidad, el acceso a recursos básicos y la protección de los derechos humanos, creando así las condiciones para una paz sostenible y justa.

4.   Promoción del diálogo y la resolución pacífica de conflictos: Establecer espacios seguros para el diálogo en las comunidades, donde las personas puedan discutir sus diferencias y resolver conflictos de manera pacífica. Capacitar a líderes comunitarios y facilitadores en técnicas de mediación y resolución de conflictos para que puedan guiar estos procesos de manera efectiva.

5.   Consumo responsable y sostenibilidad: Adoptar un estilo de vida consciente que considere el impacto de nuestras acciones en el medio ambiente y en las demás personas. Esto incluye prácticas como el consumo responsable, el apoyo a empresas y productos éticos, y la reducción de la huella ecológica, contribuyendo así a un mundo más justo y equilibrado.

Mayor información: catedradelapazula@gmail.com

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lunes, 12 de agosto de 2024

ANÁLISIS COMPARATIVO DE LAS DEFINICIONES “PAZ” Y “PACES”

 

La paz y las paces son términos que, aunque relacionados, poseen connotaciones distintas en el uso cotidiano y en la teoría social. La paz se concibe generalmente como un estado de armonía y ausencia de conflicto, mientras que "paces" se refiere más a menudo a las acciones o gestos que buscan restablecer dicha armonía después de una discordia.

Este artículo explora las diferencias conceptuales entre "paz" y "paces", analizando sus definiciones y citando autores relevantes que han contribuido al entendimiento de estos términos.

Definición de Paz

La palabra "paz" tiene una larga historia en el pensamiento filosófico, religioso y político. En términos generales, la paz se define como la ausencia de guerra o conflicto.

Según Galtung (1969), uno de los teóricos más influyentes en el campo de los estudios de paz, existen dos tipos principales de paz: la "paz negativa", que es simplemente la ausencia de violencia directa, y la "paz positiva", que incluye la presencia de justicia social, económica y política. Galtung destaca que la paz no solo implica la ausencia de conflicto, sino también la creación de condiciones que prevengan la violencia estructural y cultural.

Por otro lado, en un contexto más amplio, Lederach (2005) considera que la paz es un proceso dinámico y continuo de construcción de relaciones, caracterizado por la equidad, el respeto mutuo y la cooperación. Desde esta perspectiva, la paz no es un estado estático, sino un esfuerzo constante por mantener el equilibrio en las relaciones sociales.

Definición de Paces

El término "paces" se usa comúnmente en plural y tiene una connotación más práctica que la palabra "paz".

Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE, 2023), "hacer las paces" significa llegar a un acuerdo o reconciliación después de una disputa o conflicto. Es un término que implica acción, es decir, los gestos, palabras o acuerdos que se realizan para restablecer la paz entre las partes en conflicto.

Dicho de otro modo, mientras que la paz es un estado o condición que se aspira a mantener, las paces son las acciones concretas que se toman para restaurar la paz cuando esta ha sido interrumpida.

Johan Galtung (2002) también hace referencia a este concepto cuando habla de la "reconciliación", la cual es un proceso que implica la reparación de las relaciones rotas a través del perdón, la memoria compartida y el diálogo.

Diferencias Claves entre Paz y Paces

La diferencia principal entre "paz" y "paces" radica en que la primera se refiere a un estado general de bienestar y armonía, mientras que la segunda se refiere a las acciones o medidas tomadas para restaurar esa armonía después de un conflicto.

La paz es más abstracta y teórica, mientras que las paces son más concretas y prácticas. Esta distinción es crucial para comprender las dinámicas de los conflictos y las formas de resolución.

En términos de procesos sociales, la paz puede verse como el objetivo final de una serie de paces. Cada gesto de reconciliación (paces) contribuye a la construcción de un estado de paz duradera. Como señala Lederach (1997), la paz se construye a través de múltiples y pequeñas paces que, con el tiempo, crean un entorno de seguridad y justicia.

Conclusión

El análisis de los términos "paz" y "paces" revela que, aunque están interrelacionados, tienen significados distintos y complementarios.

La paz es el estado que se busca mantener, mientras que las paces son las acciones que se toman para restablecer ese estado cuando se ha roto. Entender esta diferencia es esencial para abordar de manera efectiva los conflictos y trabajar hacia una sociedad más armoniosa.

 

Referencias

Galtung, J. (1969). Violence, Peace, and Peace Research. Journal of Peace Research, 6(3), 167-191.

Galtung, J. (2002). Peace by peaceful means: Peace and conflict, development and civilization. Sage.

Lederach, J. P. (1997). Building peace: Sustainable reconciliation in divided societies. United States Institute of Peace Press.

Lederach, J. P. (2005). The moral imagination: The art and soul of building peace. Oxford University Press.

Real Academia Española. (2023). Paces. En Diccionario de la lengua española (23.ª ed.). Recuperado de https://dle.rae.es/

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martes, 6 de agosto de 2024

LOS NIÑOS, LAS NIÑAS Y ADOLESCENTES OPINAN SOBRE LAS ELECCIONES EN VENEZUELA.

 

La participación de los niños y las niñas en la discusión sobre los sucesos ocurridos en Venezuela desde el 28 de julio de 2024, tras las elecciones presidenciales, es fundamental para fomentar una cultura de paz y respeto a los derechos humanos.

En el Grupo Infantil por la Paz y Jóvenes de Paz de la Asociación Civil Cátedra de la Paz con el apoyo de Cultura de Paz de la Universidad de Los Andes se promovió una tarde (31 de julio 2024) para conversar sobre los sucesos post elecciones de Venezuela a través de sus opiniones, se puede obtener una perspectiva genuina y sin filtros sobre el impacto de estos eventos en la vida cotidiana.

Además, incluir sus voces en el diálogo nacional subraya la importancia de su papel en la sociedad y promueve el desarrollo de ciudadanos críticos y conscientes de su entorno desde una edad temprana.

Las elecciones presidenciales de 2024 han sido un punto de inflexión en la historia reciente de Venezuela, generando un amplio abanico de reacciones y emociones en la población. Para los niños y las niñas, estos eventos pueden resultar confusos y abrumadores, afectando su bienestar emocional.

La incertidumbre política y los cambios sociales pueden desencadenar sentimientos de ansiedad, miedo e inseguridad. Es crucial que los adultos, incluidos padres y educadores, proporcionen un espacio seguro para que los niños, las niñas y adolescentes expresen sus preocupaciones y sentimientos, ayudándoles a procesar lo que sucede a su alrededor de manera saludable.

Escuchar y valorar las opiniones de los niños y las niñas también contribuye a su desarrollo emocional y social. Permitirles expresar cómo los eventos políticos les afectan no solo valida sus emociones, sino que también les enseña habilidades importantes como la empatía y la resolución de conflictos. Al sentirse escuchados y comprendidos, los niños aprenden que su voz importa, lo cual es esencial para su autoestima y desarrollo personal.

En un contexto de cambio y desafío, su participación activa puede ser una herramienta poderosa para construir una sociedad más inclusiva y resiliente.

Algunos de las opiniones de esa tarde fueron las siguientes:

1.-Siendo sincera con la situación del país por la que estamos atravesando es preocupante, ya que este proceso electoral nos afecta a todos como ciudadanos venezolanos. Cada día que ha transcurrido desde el 28 de julio, se ha podido observar el aumento de la violencia en gran parte del país, cosa que no solo afecta a los adultos sino también a cada uno de los niños, las niñas y adolescentes; por  esto mismo sugiero que aunque sea complicado intentemos buscar la paz mediante acciones maduras, pensando en el bienestar de todos,  tales como no dañar los espacios públicos,  disminuir la violencia tanto verbal como física, cuidar cada espacio natural y por último, pero no menos importante tener mucha fe y saber que Dios siempre esta de nuestro lado, además todo lo que tenga que pasar va a pasar.  Una adolecente de 14 años.

2.-Quiero una Venezuela tranquila, sin violencia que la economía sea estable, que se arregle la situación, que vivamos en paz, no contaminar el ambiente y que Venezuela sea de todos sin armas. Un niño de 8 años.

3.-Yo si quiero un país en paz con tranquilidad, sin violencia; donde la gente tome en cuenta a los niños, las niñas y adolescentes, que no se dañe al país ni a la comunidad; no encapucharse y dar la cara a los problemas y que la gente aprenda a no dañar las cosas ni quemar las cosas. Un niño de 9 años.

4.-Yo quiero un país en paz, sin pistolas, ni que se dañe las cosas ni dañar el ambiente. Una niña de 8 años.

5.-Sobre la violencia es mala y eso que opino yo; que para tener vida hay que solucionar las cosas sin peleas, que nos traten con amor, paz y cariño; debemos dar eso a las personas para que ellos también lo den a todos. Una niña de 7 años.

6.-Soy un adolescente de 13 años de la Cátedra de la Paz, me gustaría que ante esta situación que hemos llegado desde 2017, todo ha sido como un caos; con los problemas en la economía, con la luz, sin internet; ha sido lo peor que ha pasado a Venezuela, merecemos la paz. La Paz es vida algo que nos han quitado en este país.

Es importante, destacar que ambas instituciones siguen vigilando las situaciones de cada participantes junto a sus padres y representantes así como generar actividades para canalizar positivamente las competencias socioemocionales de cada niño, niña y adolecentes participantes del Grupo Infantil por la Paz y Jóvenes de Paz. (CIBERPAZ/2024)

Mayor información: catedradelapazula@gmail.com



viernes, 2 de agosto de 2024

ABUELITAS LINDAS CONVERSAN SOBRE LAS ELECCIONES Y SUS EFECTOS SOCIOEMOCIONALES.

 

Los sucesos posteriores a las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela han tenido un impacto significativo en los adultos mayores, generando una serie de efectos socioemocionales.

En primer lugar, la incertidumbre política y económica ha exacerbado la ansiedad y el estrés en esta población. Muchos adultos mayores dependen de pensiones y ayudas sociales que se han visto afectadas por la inestabilidad, lo que incrementa su preocupación por el futuro y la capacidad de cubrir sus necesidades básicas.

Esta situación crea un ambiente de inseguridad constante que puede llevar a trastornos del sueño, problemas de salud mental y una disminución general en la calidad de vida.

Además, la polarización política y social ha afectado las relaciones familiares y comunitarias de los adultos mayores. Las discusiones y conflictos derivados de las diferencias de opinión sobre el resultado electoral han provocado tensiones y distanciamientos dentro de las familias y entre amigos.

Esta ruptura en los lazos sociales puede generar sentimientos de soledad y aislamiento, afectando negativamente el bienestar emocional. Los adultos mayores, que a menudo dependen del apoyo social y familiar, se sienten particularmente vulnerables cuando estos vínculos se debilitan.

Por último, la falta de acceso a servicios esenciales y la crisis de salud pública agravan los efectos emocionales negativos en los adultos mayores. La escasez de medicamentos y la precariedad del sistema de salud, combinados con el estrés político, aumentan el sentimiento de desesperanza y frustración.

Esta situación no solo afecta su salud física, sino que también contribuye a un deterioro emocional significativo, donde la depresión y la ansiedad se vuelven más prevalentes. Es crucial que se implementen medidas de apoyo psicosocial específicas para esta población, con el fin de mitigar los efectos negativos y promover un entorno más estable y seguro.

En este ambiente socioemocional, el grupo de las Abuelitas Lindas de la Asociación Civil Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar A. Romero junto a la Cátedra Cultura de Paz de la Dirección General de Cultura de la Universidad de Los Andes se reunieron para conversar cómo han vivido los sucesos posterior a las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio 2024 en Venezuela.

En un primer punto, algunos de los aportes de las Abuelitas Lindas de cómo se han sentido:

·        Me sentí triste por lo que ha pasado en nuestro país.

·  @Yo estaba contenta con ver tanta gente que salió a votar. En la noche, decepcionada por ver como cambio la situación; tenía la ilusión que esto cambiaría para bien por mis hijos que están afuera y por mis nietos que están obteniendo una educación tan mala en las escuelas; me siento triste y con fe que alguien haga algo por nosotros.

·        -Me siento sin ganas por lo que ha pasado en el país.

·       -Ese día fui con mucho entusiasmo y con la esperanza de tener una elecciones favorables; pero al escuchar las noticias, me sentí mal porque esperaba que la elección por mi fuera favorable pero mi esperanza sigue para una Venezuela próspera para todos.

·        -Me he sentido triste, desanimada, traicionada con rabia e impotencia.

·   -Me he sentido después de las elecciones un poco mal y pensé que como venezolana llegaría el cambio que esperábamos pero nos toca seguir adelante.

·     - Yo me he sentido muy mal y preocupada porque tengo familia en el extranjero y quieren regresar pero con esta situación no podrán venirse.

·       -Esperando ver que ocurre en el país, me siento bien.

·       -La verdad me sentí con mucha tensión, ansiedad, angustia; ver que ya vivimos esto en otros tiempos y fue muy duro revivirlo.

·    -Después de las elecciones me he sentido muy decepcionada, triste. Pensé que todo iba a ser todo lo contrario con democracia, libres y que todas nuestras familias regresarían de nuevo a Venezuela. Dios quiera que lleguen a un acuerdo y volcamos a la democracia y a la verdad.

·   -Muy preocupada, asustada y sobre todo confundida, con mucha fe que Dios tiene el poder y la sabiduría de tomar el control de lo que pasa en Venezuela.

·       - Me he sentido mal por mi familia, tenía la esperanza de venir y volvernos a ver.

·  -Yo me sentí mal, no parece que lo que paso el domingo; estuvo mal lo han hecho.

·    -Tener confianza en Dios que algún día veremos el sol y Venezuela volverá a ser libre.

Por  otra parte, atendida la parte emocional vivenciada en la jornada, se dieron algunos aportes de qué debemos hacer para solventar la situación que atraviesan los adultos mayores:

·        Hay que tener mucha fe, que Dios ayude al vecino teniendo mucha esperanza.

·        Tener fe en Dios que nos ayude, nos de mucha resignación y mucha paciencia para ayudar a mi familia, a seguir adelante porque no podemos hacer más nada sino ayudar a las personas a animarse porque todos andamos iguales; seguir compartiendo con las Abuelitas Lindas.

·        Ser atentos con las personas, crear un ambiente agradable porque hay muchas personas estresadas y tristes. Orar mucho en familia, hacer los rosarios en familia.

·        Aprender a convivir con las familias, ya que la mayoría están muy tristes, dándoles ánimos, fortalezas y que todo cambie para el bien de todos con el favor de Dios.

·        Ver informaciones positivas en las redes sociales, tener espacios de compartir con la familia, los amigos y brindar ayuda a quien necesite y dar palabras positivas.

·        Yo propongo que hay que continuar trabajando para ver cosas mejores y nuevos cambios sobretodo en la casa, en la familia y en la comunidad.

·        Hacer oraciones cada día, hablar con las personas, que tengamos fe y esperanza que todo se va a solucionar con el favor de Dios.

·        Propongo orar y que sea Dios que tome el control de nuestro país y que nos de la paz en cada uno de nosotros. Debemos en lo que podamos distraernos, ir al parque o de paseo, ver la naturaleza, caminar.

·        Tener más espacios para compartir.

·        Tener esperanza en la comunidad.

·        Propongo que sigamos en la Cátedra de la Paz porque me siento bien.

·        Tener una Venezuela libre como estábamos acostumbrados, ver un horizonte para todos los venezolanos.

Con lo conversados en el grupo de las Abuelitas Lindas, se pretende seguir acompañando a cada una y sus familiar para fortalecer las competencias socioemocionales de las integrantes.

Mayor información: catedradelapazula@gmail.com