jueves, 20 de marzo de 2008

Educar en Derechos Humanos y Cultura de Paz en el contexto Venezolano.


Ptgo Walter Trejo Urquiola (*)

En el año 2007, conmemoramos los veinte años de la Cátedra de la Paz y Derechos Humanos “Mons. Oscar Arnulfo Romero” de la Universidad de Los Andes, desde Mérida en la República Bolivariana de Venezuela.

Nos enorgullecemos de nuestros logros siendo patrimonio de la Universidad, a la vez, miramos al futuro consciente de nuestras responsabilidades de servir a nuestro país, así como de aportar ideas y propuestas comprometidas en la educación en Derechos Humanos y Cultura de Paz en el contexto venezolano.

La Cátedra de la Paz es un proyecto interdisciplinario dirigido a forjar una Cultura de Paz construida sobre la base de un desarrollo local sustentable e interculturalidad, inspirado en la paz, la justicia, la solidaridad, la libertad, la democracia y el respeto pleno de los Derechos Humanos.

Interactuamos en contextos de aprendizajes (familia, escuela y comunidad) desde una visión y práctica educativa desde las propias comunidades, caracterizados por la violencia, la impunidad, la corrupción, la pobreza, entre otros.

Hemos aprendido que la Educación en Derechos Humanos y Cultura de Paz (EDUPAZ) parte de un compromiso con la Democracia, la convivencia ciudadana y la ciudadanía, hacia una visión ética de un nuevo paradigma de educación liberadora, transformadora y para la ciudadanía en su sentido más participativo. Partimos también que no es fácil generar cambio de política pública y mucho más díficil transformar la práctica educativa formal en una que promueva el conocimiento y la defensa de los Derechos Humanos y la Cultura de la Paz desde el propio ciudadano.

Recientemente, nos llego un material desde la Cátedra UNESCO de Educación para la Paz de la Universidad de Puerto Rico sobre “Conversaciones y Tensiones en torno a la Educación en Derechos Humanos: sobre qué conversamos y qué nos problematiza”, muy bueno y actualizado que nos refleja como realidad venezolana.

Se decía en el material, sobre un material de Abraham Magendzo títulado “Reflexión sobre las Torres Gemerlas desde una perspectiva de Derechos Humanos” nada más pertinente para comprender que desde esa fecha todo ha cambiado, de una manera inpensable, el trabajo a favor de los Derechos Humanos y la Paz ha cambiado insospechablemente.

Para este siglo XXI, similar a nuestros años de labor desde la Cátedra de la Paz, la Educación en Derechos Humanos debe verser como “guardián de la memoria y vigilante en el recuerdo. Dice Abraham Magendzo en uno de sus artículos, el titulado “ una mirada de futuro desde la memoria” lo siguiente:

“Desde el olvido están emergiendo nuevamente hoy, una renovada locura las fuerzas del racismo, de la xenofobia, del odio, de la discriminación, Los defensores del olvido se equivocan cuando piensan, que el olvido es sinónimo de quietud, de paz o de tranquilidad. En el olvido se incuban tormentas incontrolables. La historia ha sido testigo una y otra vez de esta verdad” (1)

Más adelante en el artículo nos dice que la tarea audaz y demandante de la educación que trabaja desde la memoria, en la promoción de los derechos de todos y de todas es “ proclamar a viva voz, sin tapujos y disimulos que la educación en Derechos Humanos significa poner en jaque el proyecto histórico de la modernidad y la democracia, de imaginar una sociedad más justa y equitativa en la cual se erradican las injusticias y las discriminaciones tan propias de una cultura incapaz de reconocer al otro como un legítimo otro” (2)

Desafortunamente, presenciamos a diario especialmente en la televisíón, los mensajes que promueven el miedo, el odio, la venganza y la sumisión, mientras se glorifica la guerra. Recientemente vimos en Venezuela, con respecto al conflicto vivido por Colombia, Ecuador y Venezuela una intensa guerra de mensajes que promovían todo eso entre los pueblos hermanos.

El presidente Hugo Chávez desde inicio del año 2008, pregona que es el momento para celebrar la vida, el encuentro, la solidaridad y la paz. En su discurso ante la Asamblea Nacional en la presentación del Mensaje Anual, el pasado 11 de enero 2008 señalo “Quiero insistir en eso, la paz. Nosotros somos portadores de las banderas de la paz, y la paz tiene varios niveles; el primero de ellos, el más simple, es la ausencia de guerra armada”.

Pero ahí hay un concepto, por cierto manejado y aceptado por las Naciones Unidas, que es el de la paz positiva, una situación donde haya justicia, y eso incluso es palabra cristiana, de Cristo nuestro Padre Redentor, mártir de los pueblos. No habrá paz positiva y verdadera en este mundo mientras no haya justicia, les señalaba a los diputados y diputadas de la Asamblea Nacional.

Por otra parte, señala que los bolivarianos, los venezolanos revolucionarios, han venido derrotando y estan obligados a seguir derrotando la cultura de la guerra y seguir fortaleciendo la cultura de la paz. Desde este discurso político, el trabajo de los y las Educadores/as para la Paz y los Derechos Humanos en Venezuela es hoy más díficil, pero es una tarea inpostergable.

La paz es también un valor del venezolano, siempre hemos sido un pueblo amante de la paz, aunque hemos tenido una fuerte vocación liberadora, desde los tiempos de Simón Bolívar que emprendió por toda América Latina el proceso emancipador ante la España Colonial.

Dice el presidente Chávez ante la Asamblea Nacional que “la vía venezolana hacia el socialismo es democrática y pacífica, y este es un rasgo que la distingue: se basa en el respeto a la pluralidad constitutiva de nuestra sociedad, al Estado de derecho, a la Constitución. Nunca, en verdad, nunca, como ahora, en Venezuela se había vivido en un verdadero Estado de derecho y en el marco de la libertad más absoluta. Nuestros esfuerzos en la gestión pública y especialmente en esta etapa de búsqueda de la eficiencia, están dirigidos a lograr la paz de nuestra Patria y la paz de cada uno de sus habitantes, garantizándoles la satisfacción de todas sus necesidades.” (3)

Por otra parte, vemos en el discurso presidencial, que “el único camino para la paz verdadera, para la paz positiva es prepararnos para el conflicto. Ahora bien, la paz no es ausencia de conflictos. La paz no es ausencia de conflictos. Un gran pensador, también colombiano, llamado Etanislao Zuleta, dice en su libro Elogio de la Dificultad y Otros Ensayos, lo siguiente, cito: "Una sociedad mejor es una sociedad capaz de tener mejores conflictos..." (4)

Es interesante este enfoque desde el discurso presidencial que sin duda alguna genera una matriz de opinión en la sociedad venezolana cuando dice: "Una sociedad mejor es una sociedad capaz de tener mejores conflictos. De reconocerlos y de contenerlos, de vivir no a pesar de ellos sino productiva e inteligentemente con ellos y en ellos, que sólo un pueblo escéptico sobre la fiesta terrible de la guerra, maduro para el conflicto, es un pueblo maduro para la paz. Venezuela, nuestro pueblo, ha venido madurando para el conflicto, en el conflicto, sobre el conflicto. No neguemos el conflicto. Reconozcámoslo, nos dice este autor colombiano, Etanislao

Zuleta, "Maduremos sobre el conflicto y estaremos madurando para la paz." (5)

En la Cátedra de la Paz hemos asumido esta responsabilidad, aspirando aportar, construir con la propia gente desde el Estado Mérida, los mecanismos para contrarrestar el espiral de violencia en nuestro entorno comunitario, estatal, regional y nacional sin perder la globalización de la violencia y el conflicto en estos momentos. En esta labor de reflexión y acción, el respeto y la promoción de los Derechos Humanos es el elemento central de nuestra práctica.

Para eso, desde el año 2007, definimos el Marco Referencial de Actuación de los Contextos de Aprendizajes para la Cultura de Paz y Derechos Humanos de la Cátedra de la Paz para el período 2007 a 2010 para minimizar la Violencia hacia los Niños, las Niñas, los y las Adolescentes y Jóvenes en el Estado Mérida, que nos permita consolidar la Educación en Derechos Humanos y Cultura de Paz en el contexto venezolano.

(*)Coordinador General Cátedra de la Paz. Universidad de Los Andes. Mérida

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(1) Magendzo, Abraham. La Educación en Derechos Humanos: una mirada de futuro desde la memoria, ponencia presentada en el panel Educación en Derechos Humanos a principio del siglo. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. San José, Costa Rica. 12 de Diciembre de 19977.

(2) Cátedra UNESCO de Educación para la Paz. Conferencia Magistral 2002-2003. Universidad de Puerto Rico. 2006. Página 7.

(3) Chavéz, Hugo Rafael. Discurso de la Presentación del Mensaje Anual ante la Asamblea Nacional. Caracas, Venezuela. 11 de Enero de 2008.

(4) Idem.

(5) Idem.

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