Lamentablemente, muchos maestros han sufrido de bullying o
acoso escolar en algún punto de sus carreras. Según un artículo de Blackboard
Talk, entre un 24 % a un 46 % de los maestros encuestados admitió ser
intimidado y acosado en algún punto de su carrera, señala Paulette Delgado (Septiembre 30, 2019) en la
web del Observatorio de Innovación Educativa.
Además, un 89 % de los maestros admitieron haber visto hostigamiento por parte del personal de la
escuela. El tipo más común de bullying (del 67 % al 75 %) es el tipo “Top-down”
es decir, aquél que se ejerce desde las personas con mejor posición, desde los
altos cargos administrativos, hacia
los de más baja posición.
La cultura del chisme, la formación de grupos y
camarillas es algo que habitualmente se
ve en las salas de profesores de las
escuelas. Este tipo de actitudes resultan perjudicando a los maestros, incluso
llegando a causar el despido o la renuncia debido a los chismes y otras formas
de intimidación.
Para entender a profundidad el problema, es necesario
comprender que es el bullying. El bullying, acoso escolar o mobbing, como
también se le conoce, es un patrón de abuso que se da durante un periodo
de tiempo y se caracteriza por el deseo de lastimar,
degradar, humillar o aislar a otra persona.
Para intimidar, el acosador puede usar varias técnicas como la
exclusión, insultos, agresión física, abuso verbal, humillación o destrucción
de reputación, todo esto con el fin de causar daño psicológico o físico al
objetivo del bullying.
Las señales que debes detectar para saber si estás siendo
intimidado
Según Patricia Sacawa, maestra y creadora de Blackboard
Talk,, explica que hay cuatro tipos de bullying:
1.-Acoso psicológico: aquél que ataca psicológicamente por
medio de la exclusión, palabras hirientes, ignorar a la otra persona, o
utilizar técnicas pasivo-agresivas.
2.-Acoso verbal: es el que se lleva a cabo a través de
esparcir rumores, insultar, acusaciones falsas, e intercambio de información confidencial.
3.-Intimidación física: empujar, golpear, hacer a otro
tropezar, entre otros tipos de acoso físico.
4.-Cyberbullying: difamación en línea.
¿Por qué intimidan los “bullies”?
Según el artículo, la frase “la gente lastimada, lastima” es
cierta. Muchos “bullies” son personas que están bajo estrés, agotados, son
inseguros, no cuentan con capacitación, no atienden sus enfermedades mentales,
son o han sido ellos mismos víctimas de intimidación y acoso, o están
frustrados con sus vidas. Para ellos, el acosar
a otros es una distracción de sus propios problemas.
Sin embargo, este no es el único motivo, también están
aquellos que son motivados s por el poder. Esta clase de bullies pueden ser narcisistas, personas muy
competitivas que buscan avanzar a costa de sus compañeros, personas moralmente
desconectadas o que simplemente están acostumbradas a actuar de esa forma.
¿Qué hacer en caso de ser intimidado?
La maestra explica que hay cuatro cosas que un docente debe
hacer en caso de sufrir de bullying por parte de otro (a) compañero (a):
1.-Documentar cada incidente: Si un maestro sufre cualquier
tipo de intimidación, lo mejor es escribir en un diario o documentar de alguna
manera lo que sucedió. Es de suma
importancia mencionar la fecha, lugar,
las personas que estuvieron presentes, qué tipo de acoso o
intimidación fue, qué se dijo o se hizo,
y lo que la víctima sintió en esos momentos. Esto con la finalidad de tener un
registro y poder recrear el incidente aunque sea un año después.
2.-Ponerse en contacto con una autoridad. Se recomienda
buscar a una autoridad, especialmente un sindicato, para obtener la política de
acoso laboral y escolar pertinente. Esto ayudará a la persona a saber qué
hacer.
3.-Ignorarlo. Como se mencionó anteriormente, una de las
razones por las cuales las personas intimidan es por poder, así que, en medida
de lo posible, intentar no caer en sus provocaciones puede ayudar a disminuir
el problema.
4.-Confrontar directamente al acosador. Si la víctima se
siente segura, enfrentar al bully puede hacer que retroceda debido a que no
esperan ser confrontados. Puede ser a solas o acompañado por alguien. Es
importante documentar la interacción por medio de un email discutiendo la
plática y terminar diciendo que si las cosas no cambian, se tomarán acciones
formales o informales. De esta forma, en
caso de que continúe la intimidación, hay evidencia de que hubo un intento de cambiar las cosas.
Adicionalmente, es importante no aislarse, por lo que se
recomienda hablar con alguien sobre esta situación, ya sea con un amigo
cercano, con la pareja o familia. Así como buscar un terapeuta y enfocarse en
mantener una salud mental saludable.
También existen innumerables blogs y sitios web dedicados a
los problemas de acoso en el trabajo. Este tipo de recursos pueden ayudar a
aceptar la situación y no sentirse aislado.
La intimidación y el acoso pueden resultar en un bajo
desempeño laboral e insatisfacción, así como problemas más graves como la
ansiedad, depresión, tensión y dolor de cabeza, pensamientos suicidas, entre
otros.
¿Has sido o eres víctima de acoso laboral por parte de otro
docente? ¡Busca ayuda! Asociaciones como Amaya están para servirte. También existen
grupos en Facebook donde puedes encontrar el apoyo de otros docentes.
Adicionalmente, te compartimos más información aquí. Recuerda que no estás sola
(o).
*Fe de errores: Una versión previa de este artículo contenía
información atribuida a Linda R. Crockett y se nos ha notificado que esta
información no proviene de ella. La fuente correcta es del artículo When
Teachers Bully Other Teachers, de Patricia Sacawa, publicado en Blackboard
Talk.
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