EL CAMINAR DE LA CATEDRA DE LA PAZ Y DERECHOS HUMANOS "MONS. ROMERO" Hace un par de décadas, cuando esta organización comunitaria estaba de andanzas juveniles soñando con cambiar el mundo, con el arrebato de la edad, la fuerza incansable de quien cree en lo que hace, encontró pistas para canalizar sus ideas y esfuerzos hacia la construcción de ideales, y no tan ideales, procesos sociales que ahora arrojan frutos en muchos campos. No ha cambiado mucho el mundo, pero se avanza en espacios y comunidades capaces de escoger la vía del trabajo organizado para tener nuevas realidades. Nadie dice que sea fácil el camino. La experiencia de esta organización, es la de otras muchas, que durante décadas han asumido un liderazgo comunitario, han construido ese liderazgo de servicio, con el fin de mejorar sus condiciones de vida y seguir dando su aporte a la construcción diaria del país. Esto permite presentar argumentaciones para seguir el debate sobre el camino a escoger, que inexorablemente debe ser concreción de Paz. Ha sido una praxis social, en un proceso de acción – reflexión – acción, y seguramente más reflexión, de mantener procesos educativos, formativos y con cara transformadora. Esta idea esta presente a lo largo de la experiencia de esta organización llevó a plantear como su misión “el generar propuestas para la promoción, la formación y la defensa de la Cultura de Paz y Derechos Humanos de la infancia, adolescencia y juventud con criterios de interculturalidad y desarrollo local sustentable en el Estado Mérida mediante el trabajo con familias, instituciones, escuelas y otros actores sociales”. Los integrantes de está organización comunitaria de desarrollo social han logrado vivenciar en su espíritu, valores, planes, programas y proyectos. Julio Parra Maldonado. "Cultura de Paz, su construcción desde la organización comunitaria" Ponencia II Congreso Nacional Universitario de Cultura "La Paz y El Arte". Mérida, 2011.

CULTURA DE PAZ, SU CONSTRUCCION DESDE LA ORGANIZACIÓN COMUNITARIA.

Sobre el contexto de trabajo
Venezuela ha signado en su historia, con un exceso de atención al héroe y la proeza militar, los “grandes” momentos. Una sociedad con tal signo, en conjunción con liderazgos personalistas de todos los tiempos, inefablemente olvida reconocer la labor anónima de sus ciudadanos, quienes asumen la construcción diaria del país, en cada calle, en cada comunidad, en cada escuela, en cada ambulatorio, en cada empresa, en cada taller, en cada sembradío, en cada uno de los espacios del territorio nacional.
Como ciudadanos de a píe, hemos visto las últimas tres décadas del país y del mundo en los medios de comunicación, pero más allá de ello conseguimos esa realidad en el recorrer de la ciudad y el encuentro con la gente que vivencia la concreción de la alta política y la economía global. La guerra, las injusticias, los horrores humanos, los malos gobiernos, la violencia en mil expresiones, las balas perdidas en nuestros barrios, la pobreza, el crecimiento urbano sin control, los desastres socio naturales, la niñez descuidada, el desconcierto en los jóvenes, la ausencia de valores, la agonía del planeta, en fin la dureza de la realidad obligadamente aceptada. La solidaridad ausente.
En este contexto nos toca conversar hoy sobre la Cultura de Paz. Esta ponencia pretende ser más una provocación para la acción, que solo un recuento de conceptos y planteamientos teóricos sobre el asunto que nos convoca.
He tenido la oportunidad, como muchos, de ver las iniciativas de un pueblo que construye un destino más digno. Ese compartir de experiencias, es lo que convoca mi participación para argumentar la necesidad de una Cultura de Paz. El querer participar en el nuevo rumbo de la sociedad venezolana. Presento parte de la experiencia de la Cátedra de la Paz y de los Derechos Humanos “Mons. Oscar Arnulfo Romero”, para expresar algunas ideas sobre esta opción de vida, difícil pero esperanzadora.
PARRA MALDONADO JULIO. Ponencia Presentada en el Congreso Nacional Universitario Cultura. "La Paz y el Arte" Mérida, 2011.