Un día observando a mi sobrina
bailando, pensé los lugares de baile siempre están rodeados de espejos. Con
ellos, los bailarines pueden verse a sí mismo en sus movimientos y con ayuda de
sus instructores pueden corregir sus pasos buscando mejorar su técnica.
Esta cotidianidad, como en muchos ámbitos,
nos lleva a tener la reflexión de los que vemos y pensamos, aspecto fundamental
dentro del aprendizaje.
Sin embargo, dentro de los contextos
educativos sean formales o informales no existe un espejo que nos ayude a
vernos a nosotros mismos, pero si existe un medio para conocer nuestros procesos
cognitivos y actitudinales que nos permite trabajar en ellos.
La metacognición es la capacidad de
las personas de reconocer la manera en la que piensa, y de esta forma pueda
planificar, monitorear y evaluar su proceso de pensamiento.
Esta habilidad permite a las
personas comprender los objetivos de su aprendizaje y cómo lograrlo
mediante estrategias, así como reflexionar sobre sus fortalezas y
debilidades con respecto a los resultados obtenidos.
Tanto los bailarines que tienen los
espejos para verse, las personas pueden mejorar su comprensión de la realidad
para recibir nuevos conocimientos y comprender cómo recuerdan y procesan nueva información.
Para la educación para la paz, el
paradigma Informar, Formar y Transformar implica un aprendizaje a los largo de
la vida, que propicia a las personas la motivación de continuar aprendiendo,
facilitando y reaprendiendo en nuevas situaciones de aprendizajes.
El paradigma de la Educación para la
Paz como un proceso integral y multidimensional que
consiste en:
1.-Informar, a través de los principios de la Pedagogía de la Paz y
Educación en Derechos Humanos, donde el conocimiento previo de los y las participantes,
es el punto de partida de los procesos formativos.
2.-Formar, en base al enfoque socio - afectivo y los aportes de la
Educación Popular, que facilitan la comprensión y desarrollo del pensamiento en
el marco de los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
3.-Transformar, bajo la premisa de que toda acción desde la Cultura de
Paz debe cambiar el entorno y cada persona que interactué con Cátedra de la
Paz, en última instancia, debe ser un agente transformador con valores
democráticos y autodefinirse como Constructor/a de Paz.
Por otra parte, la metacognición
motiva a las personas ya que les permite tener el control de su propio
aprendizaje. Al ser capaces de estudiar de manera autorregulada y reconocer
cómo piensan, saben cuándo y cómo utilizar la estrategia que más les convenga
para lograr sus objetivos de aprendizaje eficazmente.
La creatividad, el análisis
analítico y la comunicación efectiva son algunas de las habilidades que se
desarrollan al estar familiarizados con su proceso de pensamiento. Mientras que
la metacognición abarca una gran parte del aprendizaje en general, al momento
de estudiar algo nuevo se puede aplicar el siguiente proceso para acostumbrarse
a practicar esta habilidad.
El proceso de metacognición
relacionado a la comprensión de la paz lo podemos aplicar en el siguiente
ejemplo: Frank tiene un dilema con hacer la paz o no. Para él es difícil identificar
las situaciones y los lugares donde ciertos acontecimientos de la vida diaria
se llevan a cabo, por lo que él sabe que hay momentos que son adversos a la paz
como el discutir con el chófer del transporte público.
Frank decide reunirse con un grupo
de amigos una semana antes para conversar sobre la paz, de los eventos que promueven o no la paz; que si la paz es la
ausencia de guerra o es màs que esa definición.
Decide apoyarse en un pizarrón para
realizar una línea del tiempo y así acomodar las momentos de su cotidianidad
para visualizarlas fácilmente y compartir conceptos clave sobre la paz, esto
con la finalidad de recordarlas con más facilidad.
Al llegar el día siguiente, Frank
pudo recordar y relacionar los eventos sobre la paz con los comentarios de sus
compañeros, así como la línea del tiempo que hizo en conjunto con ellos; por lo
que se sintió seguro al momento de expresar qué es la paz. Finalmente, Frank comprendió
que la paz se debe entender desde lo que piensa y vive con relación a los
otros.
Siendo una habilidad trascendental
en la vida de las personas, la metacognición suele ser infravalorada en todas
las etapas educativas.
Por consiguiente, es importante que
los docentes y/o facilitadores sean capacitados en esta habilidad,
pero no solo para que sea transmitido a sus participantes, sino también para
que aprendan sobre sus propias acciones pedagógicas, con la finalidad de
anticipar y evaluar; mejorando el modo de compartir sus conocimientos a
un determinado salón de clases.
Del mismo modo, recomendamos algunas
actividades que pueden implementarse dentro del proceso de educación para
la paz en desarrollar esta importante herramienta:
·
Informar: Una buena práctica es informar al participante lo que se
espera de ellos, los temas que se abordarán y el objetivo y competencias a desarrollar
en cada sesión de trabajo.
·
Cuestionar: Al hacer las preguntas sobre el tema y que un participante
conteste, es muy útil preguntar el porqué de su respuesta. De esta forma, tanto
el facilitador como el grupo podrán visualizar el proceso de pensamiento del
participante, lo cual podrá traer a la luz una discusión sobre las diferentes
estrategias para llegar al mismo resultado. Es así como los participantes
podrán conocer las diferentes formas de pensar diferentes a las de ellos, y tal
vez adoptar algún método distinto a lo que está acostumbrado. La técnica de
repreguntar es válida en este aspecto.
·
Empezar una bitácora: Tomando en cuenta la introversión de algunos participantes,
este es una buena opción para impulsar la práctica de la metacognición. Es
recomendable en procesos formativos largos. Después de culminar el tema
tratado, pedirles que escriban lo que aprendieron o cómo lo aprendieron en un
minuto. Si tienes más tiempo o deseas que esta sea una práctica regular,
empezar la bitácora con estas (o más) preguntas al terminar cada tema también
es buena idea.
·
Retroalimentación
entre compañeros: Para conocer más de cerca los
procesos de pensamiento entre participantes se pueden hacer grupos pequeños para
revisar actividades y discutir sobre las estrategias de pensamiento que tomó
cada participante para llegar a su objetivo.
·
Autocorrección: Los errores son los mejores maestros, aprendes más de ellos
a que no cometieras ninguno. La técnica consiste en que, al entregar los
resultados de una evaluación o test, el facilitador disponga de las respuestas
correctas para que los participantes las conozcan en el momento y reflexionen
acerca de lo que contestaron y lo que es correcto; y así, corregir sus errores
ellos mismos.
Las personas que utilizan sus
habilidades metacognitivas son más propensas a tener un aprendizaje activo, ya
que saben cuando algo no les hace sentido y hacen lo posible para resolver sus
dudas, en vez de continuar con sus estudios pasivamente.
Es gracias a esto que se
desarrollan “habilidades blandas” o “habilidades poderosas” importantes
para trabajar en equipo, tales como la colaboración y la resolución de
conflictos.
Las Estrategias
pedagógicas, fundamentadas en el modelo de la investigación-acción que
privilegia la reflexión sistemática de los participantes en torno a los
conceptos, enfoques, métodos e instrumentos impartidos por el facilitador
promoviendo así la recodificación constructiva de los contenidos para luego
adaptarlos a las particularidades de sus propios contextos sociales, culturales
e institucionales. Estas son fundamentadas en los principios de la Educación
para la Paz y de la Educación Popular.
La metacognición incentiva el
entendimiento de nosotros mismos a través de la reflexión, conociendo nuestras
propias fortalezas y debilidades, además de evaluar nuestras acciones para
corregirlas y mejorar nuestros procesos.
El conocimiento de uno mismo es la
clave para tener un aprendizaje más efectivo y duradero, ¡no dudes en tomar
unos minutos para reflexionar sobre ti mismo y conocerte cada vez más!
Fuente:
Articulo referencial https://www.significados.com/metacognicion/
Cátedra de la Paz (2013) Definición Diplomado Nacional en Cultura de Paz. Mérida, Venezuela. Passim.
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