En los últimos días, hemos
estado conectando con nuestros voluntarios, aliados para el desarrollo y con
nuestros directivos desde Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar A.
Romero para visualizar la respuesta de paz ante el COVID-19.
Al reflexionar sobre el
momento actual de cambio profundo que empezamos a vivir en el mundo, Sobí
Lawalata (Indonesia) dijo: "Este
es el momento en que nací para…".
Es expresión sigue
profundamente resonando en muchos constructores de paz, porque (1) nos sentimos
exactamente lo mismo, (2) es aún más cierto hoy en día de lo que era hace unos
meses, y (3) que es un lugar interior que podemos elegir para operar.
Por otra parte, Otto Scharmer
señala “es un lugar interior que nos ayuda a ir más allá de una mentalidad
reactiva de víctima y que nos permite retardar realmente abajo, para hacer una
pausa y ver lo que sucede a nuestro alrededor como una invitación para
conectarse a las fuentes más profundas de saber”.
En estos momentos, el Covid-19,
al igual que cualquier interrupción, esencialmente se enfrenta a cada uno de
nosotros con una elección: podemos elegir (1) para congelar, a su vez lejos de
los demás, sólo se preocupan por nosotros mismos, o (2) a volverse hacia los
demás para apoyo y consuelo a los que ahora necesitan nuestra ayuda comenta
Scharmer.
Esa elección entre actuar de
ego o actuar desde el conocimiento del ecosistema está en el centro de este
momento, y también en el centro de nuestro trabajo, una elección que nos
enfrentamos cada día, cada hora, cada momento.
Cuanto más se hunde el mundo
en el caos, la desesperación y la confusión, la mayor responsabilidad de
nuestra presencia irradian, la compasión y la confianza a tierra. Sigue tomando
realce la necesidad de seguir construyendo la paz y la esperanza.
De
esas conversaciones que hemos decidido emprender y, en parte, reorientar
nuestro camino hacia adelante con el lanzamiento de tres iniciativas:
El primero se llama Reconversión
Institucional, que consiste en un periodo para reconstruir una nueva forma de
emprender nuestra acción-reflexión-acción para materializar desde la Cátedra de
la Paz el espacio para seguir fortaleciendo las iniciativas de la Sociedad
Civil en Cultura de Paz y Derechos Humanos.
Es renovar una nueva
infraestructura que de sentido a las decisiones, para apoyarse en nuestro
momento actual de interrupción, y dejar que este momento nos mueven hacia la
renovación de la gestión institucional en el marco del Plan Estratégico
2019-2021.
La segunda iniciativa, lo
que va a pasar como un nuevo prototipo de un evento de transformación de los
espacios formativos emprendido desde 2013 desde el Diplomado Nacional en
Cultura de Paz para ofrecerlos desde la educación virtual a nuestros/as
beneficiarios/as en estos días de emergencia sanitaria mundial generado por el
COVID-19.
La tercera iniciativa se llama
NUPAZ se centra en la creación de un nuevo conjunto de diplomados y acciones de
creación de capacidades a corto plazo, centrado, a transformar realidades y
atender las necesidades básicas que muchas personas de todos los sectores que se
han articulado a nosotros.
Las primeras propuestas de
NUPAZ se centrará en las prácticas
de conciencia en el liderazgo emergente y el liderazgo digital: activismo transformador y
de cambio en presencial y virtual.
Los tres son los elementos
básicos de nuestra mayor visión de crear colectivamente una nueva plataforma
interdisciplinaria para el liderazgo emergente que nos permita apoyarnos en
una acción-reflexión-acción más intencional, consciente y colectivamente.
Para concretar estas nuevas
acciones en el marco de la presencia del COVID-19 requiere ahora más que nunca de
voluntades y esfuerzos compartidos con otros/as que nos permita seguir
construyendo la paz y la esperanza desde Venezuela.
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